6D| Discurso Alejo Vidal-Quadras: «Sánchez no merece perdón»

"Has traicionado a tu país, lo has entregado a sus peores enemigos maniatado e indefenso, has triturado el gran pacto civil de la transición, has hecho palidecer las felonías del Conde don Julián de Antonio Pérez y de Godoy, has arrastrado a España por el fango humillándola ante aquellos (terroristas etarras) que asesinaron a tus propios compañeros (del Partido Socialista), no has dudado en cometer las mayores viletas, por pura ambición personal has deshonrado a tu patria, mintiendo con contumacia y a sabiendas".

0
122
FOTOGRAFÍA. TARRAGONA (ESPAÑA), 6 DE DICIEMBRE DE 2023. El acto principal de de la jornada de celebración del 45 aniversario de la Constitución española en Cataluña ha pedido la detención del presidente de Gobierno de España y secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. El evento organizado por la plataforma de entidades catalanes en Tarragona "Coordinadora de Grupos de Resistencia Cívica de Tarragona", presidido por el escritor Salvador Caamaño Morado, ha contado con la adhesión de VOX, Ignacio Garriga Vaz de Concicao (secretario general); del Partido Popular, Alejandro Fernández Álvarez (presidente PP Cataluña); de Ciutadans, Matías Alonso Ruiz (diputado por Tarragona al Parlamento de Cataluña); de Fundación Denaes, Iván Vélez Cipriano (Director de Denaes); de Doça Catalunya, Pau Guix Pérez (escritor) y Sergio Fidalgo Piña (escritor y periodista español, especialista en información deportiva y director del digital 'El catalán.es); de impulso Ciudadano, José Domingo Domingo (presidente de esta entidad), Alejandro López (responsable de S'ha acabat! en la Universidad Rovira i Virgili​ (URV) Tarragona); Convivencia Cívica Catalana, Ángel Escolano Rubio (presidente de esta entidad); de "Unión de las Brigadas" de la Resistencia catalana totalitarismo separatista en Cataluña, David Cosculluela Martínez-Galofré (portavoz de la plataforma); y plataforma Cataluña Suma por España, Eva Higueras Muñoz (presidente de la entidad); y el periodista, crítico cultural y ensayista español, José Javier Esparza Torres, en representación del histórico político catalán Alejo Vidal-Quadras. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Barriada Bonavista (ciudad de Tarragona) Cataluña (España), miércoles 6 de diciembre de 2023 (Lasvocesdelpueblo) «No, no es lo mismo los fallos fruto de la divinidad humana admiten corrección y enmienda, pero la bajeza moral a partir de un punto es irreversible y no merece perdón». Así desprende del texto del discurso del histórico político catalán Alejo Vidal-Quadras, quien fue tiroteado el pasado mes de noviembre de 2023, dirigido al presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

VÍDEO. 06 DE DICIEMBRE DE 2023.

El periodista, crítico cultural y ensayista español, José Javier Esparza Torres, en representación del histórico político catalán Alejo Vidal-Quadras, quien ha sido el protagonista principal de acto. De hecho, los catalanes han aprovechado, como no podría ser de otra manera, para rendirle un homenaje y desearle una pronta recuperación.

TOTALES DEL DISCURSO (LEÍDO) DE ALEJO VIDAL-QUADRAS

En palabras del periodista José Javier Esparza Torre: «Hola amigos, muy buenos días a todos. Constatareis hoy que el único interviniente que va con corbata soy. No lo he hecho como le gustaría decir a Alejo Vidal-Quadras para afear al resto en torpe […], no.

Lo he hecho porque hoy, precisamente, no soy solo yo; yo, hoy, sobre todo, soy Alejo Vidal-Quadras, quien, como sabéis, me ha hecho un honor inmenso que sea yo quien lea su texto. Tengo que confesar que ahora somos, en familia, que en realidad el honor (no me lo habría dado). Es que se lo pedí y él como no ha más remedio, al final me lo ha dejado a mí.

Lo que os puedo contar de él es que es milagroso, es asombroso, pero está en perfectamente; es una persona de edad, ha sufrido un trauma terrible, le han pegado un tiro, pero […]. Simplemente calculan […]. Soy un poco bruto de decirlo, pero, simplemente haceros un cálculo de probabilidades: alguien te dispara a la cabeza a dos metros de distancia y la bala te entre por la mejilla y te sale por otro lado de la cara sin tocar ni paladar ni lengua ni un diente ni un hueso. Es asombroso. En fin, para los creyentes, el día d ela Almudena; con toda seguridad, tuvo que ver.

El discurso de Alejo Vidal-Quadras, que pronunciado seguramente peor de lo que él lo haría, y venía a decir aproximadamente lo siguiente:

«Queridos amigos de las muchas asociaciones y entidades que os habéis adherido a esta magnífica celebración del Día de la Constitución española de 1978, muy buenos días a todos.

Lo primero que quiero hacer es expresarles mi profundo agradecimiento por las innumerables muestras de apoyo y afecto que he recibido en estos días pasados de muchos de vosotros; días que como sabéis han sido muy difíciles y dolorosos para mí y para mi familia. Afortunadamente mi vida se ha salvado y ahora enfrento una recuperación física que se augura lenta y laboriosa pero durante la cual estoy seguro vuestro calor y vuestro aliento no me faltará nada; gracias de todo corazón.

Las grandes efemérides nacionales son excelentes ocasiones para que la ciudadanía en su conjunto se complazca en sus logros examinen sus errores, analicen sus problemas y busquen soluciones.

Si contemplamos la situación de España en las postrimerías del primer cuarto del siglo XXI no podemos evitar una sensación mezcla de aguda zozobra y de justificada alarma:

1.- Una nación partida en dos con la mitad de los españoles apoyando a partidos que o bien pugnan por destruirla o que colaboran con ellos en tan deletéreo propósito con tal de permanecer en el gobierno sin advertir en su ciega medición el absurdo contrasentido de ganar el gobierno para perder de hecho el poder; una degradación escandalosa del Estado de Derecho que corrobe en nuestras instituciones y amenaza nuestras libertades y el principio sacrosanto de igualdad ante la ley

2.- Una deuda pública asfixiante que hipoteca nuestro futuro y representa una pesada losa sobre nuestra economía una inseguridad jurídica manifiesta que erosiona nuestra competitividad aleja las inversiones y nos desprestigia ante nuestros socios y aliados.

3.- Una pérdida acelerada de nuestra reputación internacional de vida a nuestro concurso con las peores causas tanto Iberoamérica como en oriente medio distanciandonos de nuestros amigos para complacer suicidamente a fuerzas que no son hostiles

4.- Y un clima general en suma de inestabilidad política de angustia colectiva de enfrentamiento enconado que transforma peligrosamente al adversario electoral en enemigo expulsar del tablero democrático o a liquidar socialmente y demonizar moralmente.

Nadie podrá acusarlo de catastrófica o de hiperbólica esta descripción de la España de hoy -que aunque desearíamos que fuera muy distinta- es para nuestra desgracia exactamente ajustada al dibujo que acabó de trazar.

En este contexto desolador es una tentación dura de resistir el señalamiento de los responsables del presente desastre. Llegados a este punto y a la luz de la experiencia vivida a lo largo de las últimas cuatro décadas nadie, nadie puede reclamarse inocente los dos grandes partidos nacionales [Partido Popular y Partido Socialista] encargados del desarrollo y la gestión de la arquitectura jurídica, política, institucional y económica configurada en la Constitución de 1978 no han estado a la altura de su misión.

También es cierto que hay grados distintos de culpabilidad. A unos hay que reprocharles ingenuidad, corto placismo, falta de perspectiva estratégica, acomplejamiento frente a sus oponentes, insuficiencia de fortaleza ideológica y pasividad de efectos graves, sin duda.

Pero que no alcanzan en perversidad al revanchismo mezquino, al desprecio al interés general, a la absoluta carencia de escrúpulos, a la egolatría enfermiza, a la alianza patológica con los enemigos de la Nación, al maniqueísmo implacable y a la trituración despiadada de todas las reglas no escritas que hacen posible la convivencia pacífica de otros que son los que actualmente pilotan la nave del Estado, imponiéndose un rumbo enloquecido hacia los arrecifes de la catástrofe.

No es el mismo reproche, decir te faltó coraje, anduviste corto de convicción, te amedrentaste ante el adversario, cayendo en el acomplejamiento pusilánime; creíste erróneamente que una gestión eficaz sería suficiente para ganarte el apoyo de tus conciudadanos olvidando que los seres humanos son tan o más sensibles a las emociones que al puro interés material; no es efectivamente el mismo reproche que arrojar a la cara la acusación:

Has traicionado a tu país, lo has entregado a sus peores enemigos maniatado e indefenso, has triturado el gran pacto civil de la transición, has hecho palidecer las felonías del Conde don Julián de Antonio Pérez y de Godoy, has arrastrado a España por el fango humillándola ante aquellos (terroristas etarras) que asesinaron a tus propios compañeros (del Partido Socialista), no has dudado en cometer las mayores viletas, por pura ambición personal has deshonrado a tu patria, mintiendo con contumacia y a sabiendas.

No, no es lo mismo los fallos fruto de la divinidad humana admiten corrección y enmienda, pero la bajeza moral a partir de un punto es irreversible y no merece perdón.

He sabido es sabido que el éxito de las naciones, su prosperidad, su calidad de vida, su seguridad, su nivel cultural, su prestigio y su influencia en el mundo dependen, sobre todo, de un acertado diseño institucional. Ni un clima benévolo ni grandes riquezas naturales ni una posición geográfica privilegiada garantizan por sí mismas que las sociedades humanas alcancen altas cotas de bienestar, civilización y paz civil. Es más, hay países que, careciendo de estas bendiciones, se han alzado, partiendo de la pobreza, a lugares muy destacados en los planos económico, educativos, tecnológico científico y convivencial.

Desde esta perspectiva, cabe preguntarse, en una fecha solemne como la de hoy -cuarenta y cinco años después de la aprobación por una amplísima mayoría de españoles de la vigente al ir fundamental-:

 ¿Si los constituyentes acertaron en su redacción, si no dejaron demasiados flancos débiles por los que podría interrumpir la barbarie?  ¿Si no pecaron de ingenuos, confiando en que las generaciones políticas del futuro se comportarían con responsabilidad, sentido del Estado y patriotismo? ¿Si no incluyeron disposiciones que sacrificaron el rigor técnico en aras del famoso consenso? ¿Y si en su afán de pasar página al largo periodo de régimen autoritario no incluyeron en la norma suprema concesiones a gentes que no merecían confianza?

Son preguntas relevantes sobre las que conviene meditar y darles la respuesta adecuada porque la historia maestra de la vida nos ilumina sobre el camino más conveniente de cara al porvenir.

Sin embargo, en la desgarradora coyuntura en la que nos encontramos la cuestión más relevante y de mayor calado para todos los que hoy nos hemos congregado en Tarragona es: ¿Cuál ha de ser el papel de la sociedad civil ante el crecimiento acelerado de las negras nubes de tormenta que se ciernen sobre nuestra convivencia en libertad e igualdad sobre nuestro orden constitucional y nuestra existencia misma como nación?

Sí, queridos amigos y esforzados compatriotas: ¿Qué hemos de hacer en esta hora amarga? ¿Cuál es nuestro deber más allá del simple ejercicio del voto? ¿De qué manera podemos contribuir más efectivamente para que España recupere el rumbo que ha perdido y reemplace la división por la unidad, el caos por la armonía, el cainismo por los mutuos afectos, el saqueo de nuestros recursos por minorías extractivas e insaciables por la correcta administración de los bienes -que son de todos-, la promoción de ideas […] -que nos desorientan y nos embrutecen- por valores fuertes que nos vertebren y nos hagan mejores?

Os diré lo que debemos evitar. La pasividad sería nuestro mayor error y la protesta a tumultuaria e incidir un desahogo inútil.

Yo os llamo a la acción comprometida a la movilización cívica continúa e infatigable; a la defensa argumentada de nuestras ideas y nuestros principios en toda ocasión y en todo lugar: en el trabajo, en las reuniones familiares, en la cola del mercado, en los grupos de padres que esperan a sus hijos a la salida del colegio, en la universidad, en vuestro entorno profesional, en el Club Deportivo, en cada plaza y en cada esquina porque nunca como ahora desde la Transición, España nos ha necesitado.

España una nación de la que hemos de estar legítimamente orgullosos sin patrioterismos extemporáneos ni trompeteos huecos, serenamente y responsablemente conscientes de lo que somos y a lo que aspiramos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir.

Somos una nación que arranca del fondo de los siglos que multiplicó el tamaño del orbe por dos que ha configurado en buena medida ese espacio político, social, ético, cultural y humano que llevamos occidente; una nación que con sus aciertos y sus errores, sus grandezas y sus desfallecimientos, sus glorias y sus caídas, es el territorio físico y espiritual de nuestros derechos y libertades que hace de nosotros ciudadanos libres e iguales que nos asegura un lugar digno en el concierto internacional. Defendámosla, cuidémosla, comprometámonos con ella en este Día de la Constitución. Ese es nuestro deber ineludible; esa es nuestra misión más noble no podemos fallar.

Alejo Vidal-Quadras (termina como hay que terminar)

¡Viva España! ¡Viva la Constitución! ¡Viva el rey!

VÍDEO. 06 DE DICIEMBRE DE 2023