Barcelona (Reino de España), viernes 29 de julio de 2029 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- Un total de 8700 militantes elegirán entre el Sí y el No de ERC a Illa, candidato del PSC/PSOE a la investidura después de la luz verdes de la dirección del partido ultraizquierdista de la antiEspaña al acuerdo de investidura del exministro ultra de Sanidad del Gobierno de coalición comunista del Reino de España, Salvador Illa Roca.
La ejecutiva del partido separatista de ultraizquierda Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha avalado este lunes el preacuerdo alcanzado con la marca del partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Cataluña, Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), para investir como presidente del Govern de la Generalitat de Catalunya al candidato del PSOE a la investidura y exministro de Sanidad durante la PLANdemia del coronavirus (COVID 19), Salvador Illa Roca, si bien el «sí» definitivo a este pacto deberán darlo en una consulta las bases del partido de la antiEspaña, compuesta por unos 8.700 militantes.
Así lo han explicado fuentes del partido una vez finalizada una reunión de su ejecutiva, conformada por cerca de sesenta cargos, que se ha alargado durante más de nueve horas.
La militancia de esta formación d ela antiEspaña deberá posicionarse sobre este pacto, que la formación no ha detallado por el momento más allá de señalar que tiene que ver con «un concierto económico solidario», es decir: el llamado CUPO Catalán/financiación singular/Cataluña se queda con todos los impuestos recaudados en esta comunidad autónoma Española/CUPO insolidario con el resto del Reino de España y que en él se «apuesta por la lengua catalana» que no sirve absolutamente para nada sino para extorsionar, humillar y sembrar pánico y odio; de hecho, cuantos catalanes hablan el dialecto catalán por las calles de Cataluña en la actualidad?
Fuentes de la negociación explicaban esta mañana que las negociaciones habían permanecido «encalladas» en las últimas horas al reclamar los ultras del separatismo «garantías» de que lo pactado en «materia de financiación se cumpla aunque aterrice en La Moncloa» (Presidencia del gobierno del Reino de España) un «Ejecutivo que no sea socialista».
Durante la jornada de este lunes, ya por la tarde, fuentes del partido ultra ERC habían informado de que «durante la jornada se han podido ir cerrando flecos»con sus compinches del socialismo rojo (PSOE/PSC).
Simultáneamente a la reunión de ERC en la calle Calàbria de Barcelona, de hecho, también la dirección del PSC ha celebrado un encuentro más breve a primera hora de esta tarde en su sede de la calle Pallars.
Todo ello, cuando ERC fijó finales de julio como fecha límite para alcanzar un preacuerdo -que luego deberían validar las bases-, pese a que el plazo legal máximo para evitar una repetición electoral finaliza el 26 de agosto.
Ya desde que sufrieran un severo revés electoral el pasado 12 de mayo -pasaron de 33 a 20 escaños-, los republicanos fijaron cuatro «carpetas» para negociar la investidura de Illa: dar pasos hacia la resolución del conflicto político catalán; un nuevo modelo de financiación para Cataluña -una suerte de «concierto fiscal», inicialmente, que se ha ido modulando hasta «avanzar hacia la plena soberanía fiscal (CUPO catalán)»-; «políticas de refuerzo del Estado del bienestar y un nuevo impulso» al dialecto «catalán desde la administración».
A esas cuatro carpetas se suma la «carpeta cero», esto es, el cumplimiento de los acuerdos ya alcanzados en el pasado, por ejemplo en el marco de la última investidura del autócrata zurdo Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Durante la última semana ambas partes han escenificado la formalización de varios de estos pactos, con una reunión incluida en el Palau del Govern de la Generalitat de Catalunya entre Sánchez y el aprendiz de dictador fracasado Pere Aragonès García (ERC).
Validación del pacto mediante consulta
El pacto deberán validarlo mediante una consulta, sobre la que todavía no se ha comunicado una fecha, los 8.700 militantes de ERC, con el no como opción plausible dada la aversión que despierta entre las filas de ERC el PSC y en concreto la figura de Illa, la crisis interna que atraviesa la dirección -con la reciente ruptura del tándem formado por el golpista delincuente indultado y presidente de ERC, Oriol Junqueras Vies, y la prófuga de la Justicia española desde 2018 hasta este verano cuando se ha archivado la causa Tsunami Democrátic y secretaria general de ERC, Marta Rovira Vergés- y la polémica por los carteles denigratorios contra los hermanos Ernest Maragall, una vez destapado que salieron de las filas del propio partido ultra.
De darse las anteriores dos condiciones -un preacuerdo, luego validado por la militancia de ERC-, Illa tendría otro obstáculo por sortear: el retorno a Cataluña del golpista prófugo de la Justicia española, fundador único de la derechista cobarde separatista Junts per Catalunya (JxCat), Carles Puigdemont Casamajó, que ha prometido que «estará en el Parlament durante el debate de investidura».
Sobre el prófugo Puigdemont pesa una orden de detención nacional -tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación y trama rusa del procés-, de modo que si vuelve a Cataluña acabará en prisión, añadiendo incertidumbre al momento político| 8700 militantes elegirán entre el Sí y el No de ERC a Illa.
