Barcelona (Reino de España), domingo 30 de junio de 2024 (Luis Torres Píñar).- ¿Luís Pérez Fernández, Alvise Pérez no es la solución pero es la tabla? En el Partido Popular (PP) hay muchos que todavía se preguntan el por qué surgió VOX. Sencillamente VOX nació ante la pasividad y complejo reiterado por los diferentes líderes populares desde José María Aznar López, a quién debemos «[…] de aquellos barros estos lodos», con sus charlas privadas en catalán, con el principal cleptómano de Cataluña que no fue España sino Jordi Pujol Soley; sin olvidar el total abandono que el PP hizo a los españoles (catalanes o no) residentes en Cataluña.
Una reciente encuesta publicada en «El Debate» da al partido de Luis Pérez Fernández (Sevilla, 26 de febrero de 1990), conocido como «Alvise Pérez», Se Acabó La Fiesta (SALF), recién creado y estrenado en las pasadas elecciones europeas del 9 de junio de 2024 (9J) escaños que principalmente devienen de votantes de VOX. VOX creció en su base en Cataluña más que en ninguna otra región de España. De igual forma que en su día lo hizo el partido de Albert Rivera Díaz, Ciutadans Partit de la Ciudadanía Ciudadanos (Cs). ¿El motivo? Es fácil adivinarlo dado el desencanto por quien defendía lo que no hacía el PP. VOX fue el antídoto necesario para el resurgir de aquellos patriotas que cuándo notamos falta de visión acudimos al oftalmólogo para «curar» esa deficiencia. De forma que cada cierto tiempo debemos volver a visitarnos para rectificar una posible recaída en la deficiencia. ¿Es quizá esa metáfora válida para el momento político?
Pues bien, VOX debe plantearse ahora el por qué nace el partido SALF que parece nació para quedarse, al menos un tiempo, que puede ser suficiente para una nueva división con resultados catastróficos para España y de enorme beneficio para el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el socialcomunismo, el fascismo secesionista y los asesinos de la banda terrorista ETA. Los que me seguís semanalmente a través de mis artículos ya conocéis mi opinión respecto de los planes del sátrapa que, autoelegido como adalid y defensor del «muro contra la extrema derecha», puede llevarle a perpetuarse como líder, no del gobierno sino de la III República Española. Pues bien, se le puede estar allanando el camino desde el frente patriota nacional con su división que, en caso de hacerse clara esa posibilidad, no dudará el sátrapa en aprovechar la circunstancia para, entonces sí, convocar elecciones generales asegurándose más tiempo para abonar sus planes políticos y personales.
En cualquier lid, el que no se ensucia las botas de barro no alcanza el despacho. Quiero decir que si ante una clara lucha por el poder uno de los candidatos se ciñe con rigor a la Ley mientras el otro se la salta como si no existiera, el vencedor está claro y no será el cumplidor con la Ley. Claramente estamos viendo como por parte del sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón se está apoderando y controlando de todos los resortes del poder. No olvidemos su asalto en INDRA, la empresa cuya tecnología puesta al servicio del gobierno, puede si se le ordena, hacernos creer que el sol sale por el oeste y encima aplaudimos. El clamoroso triunfo que se achaca el Partido Popular en la negociación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no significa absolutamente nada ante la nueva función del Tribunal Constitucional, reconvertido de forma inconstitucional, en uno de última instancia, capaz de rectificar cualquier sentencia atribuyéndose la hasta ahora exclusiva función del Tribunal Superior de Justicia y Tribunal Supremo. ¿Por lo tanto, qué más le da al sátrapa ceder un poco para ganar en tiempo?
El partido de Alvise, a parte de si obtendría escaños o no, lo que sí es indudable es que serían votos que restarían sobre todo a VOX y el perjuicio no es para un partido en particular, sino para España. En mi opinión, que no digo que sea la global de los votantes de VOX, no quiero el fortalecimiento de otro partido más o menos con la misma afinidad u objetivo. Lo que deseo es ver que realmente, sin complejos y dentro de la Ley, al menos todavía, me convoque, pero no para pedir la dimisión o para hacerle ver lo malo que es el sátrapa. Es perfectamente legal convocar en defensa de la Monarquía y del rey Felipe VI de España para que él, como jefe del Estado, dé por terminada esta infame legislatura, disuelva las Cortes Generales del Estado y convoque elecciones constituyentes. Ese y no otro, sin ambigüedades debe ser el leitmotiv de la convocatoria. Ya sé todo el derroche de tinta y bronca que viene ahora: «¡El Rey no puede!», «¡Eso no es Constitucional!» o «¡La Constitución dice…!». ¿Y qué? ¿Acaso lo son todas las infamias y felonías a las que nos está sometiendo el sátrapa: indultos, derogaciones, nombramientos, etc.? ¿Quién se salta la Ley en primer lugar? Pues ya sabemos quién será el vencedor. Yo pregunto: ¿Si se demuestra al rey Felipe VI de España de forma mayoritaria, sin circunloquios, que interprete la Constitución Española desde la perspectiva de «urgencia nacional», quién pondrá en duda su legitimidad? Muchos. Como también somos muchos los que debemos exigir que así lo haga. Lo que está en juego es el futuro de España y de la Monarquía, ese mismo del que hablan mucho los opinadores y llenan el papel de tinta con bonitas frases que no llevan a ningún sitio de provecho.
A ti me dirijo ahora, presidente de VOX Santiago Abascal Conde,
1.- Ha llegado el momento de aquello que tanto nos gusta decir: «¡Por España!» y «¡Viva España!». Pero ante la Zarzuela y en defensa de la Monarquía y de su titular, Felipe VI de España.
2.- Ha llegado el momento de comprobar hasta dónde se es capaz, no sólo de movilizar, sino de arriesgar el liderazgo por España.
3.- Si hay éxito en esa movilización, ganan el Rey y España, pero si hay fiasco, será el momento de volver a casa, reconocer que no se cuenta con el apoyo necesario, pero habiendo hecho todo lo posible por cumplir con quienes depositaron su voto y confianza para liderar sin complejos hasta el último aliento.
4.- No pido nada ilegal y menos aún inconstitucional. De momento las convocatorias para manifestarse son legales y libres en sus lemas. ¡Santiago Abascal Conde, tú puedes hacerlo, ahora con hechos más que con gestos!
Luís Pérez Fernández, «Alvise Pérez» no es la solución pero puede significar la tabla para miles de náufragos políticos y se ha demostrado que los experimentos más vale hacerlos con gaseosa sin importar la marca. Ahí lo dejo.
Luis Torres Píñar
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