Redacción – El presidente del Grupo Parlamentario de VOX en el Parlamento de Cataluña, Ignacio Garriga Vaz de Concicao, que ha comenzado su intervención, transmitiendo un mensaje de cariño a los ceutíes, que «están sufriendo una invasión dirigida, meditada y orquestada por marruecos», durante la sesión de investidura del candidato de ERC a presidir la Generalidad, Pere Aragonés García, hoy en el Parlamento de Cataluña ha señalado a los «más de 500 estómagos agradecidos» del separatismo que vivirán del nuevo Gobierno secesionista de coalición de ERC y JxCat, apoyado en CUP. Barcelona (España), viernes 21 de mayo de 2021.
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También ha hecho lo propio con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que están protegiendo nuestras fronteras pero también nuestra soberanía frente a los ataques.
«El acuerdo alcanzado entre separatistas y que permitirá que usted, Sr. Aragonés, asuma la Presidencia de la Generalidad de Cataluña, responde únicamente a los más de 500 estómagos agradecidos: al reparto de sillones, prebendas y organismos de la red clientelar mafiosa que han creado en las últimas décadas, a base de expoliar a los contribuyentes – a los que ustedes se deben, y no dudan en pisotear –», ha apuntado Ignacio Garriga al comienzo de su intervención.
Legislatura inestable
Además, ha vaticinado una legislatura corta debido a la inestabilidad del Gobierno separatista, condicionado por tensiones e intereses internos.
Frente a la amenaza de un nuevo golpe, Garriga ha apuntado que encontrarán a VOX enfrente, en las calles y en los tribunales, como ha ocurrido anteriormente: «créanme cuando les digo que somos implacables. O si no pregúntenselo a los responsables del golpe de Estado del 1 de octubre o al que ejerció de jefe de campaña del señor Illa y jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, el señor Redondo, a quien el TC ha sacado del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) gracias al recurso de inconstitucionalidad que interpuso VOX».
Se ha referido a los miembros del Parlament para denunciar, además, la patrimonialización de Cataluña, cuya falsa defensa se han arrogado durante años, patrocinando un declive continuo en la libertad y la calidad de vida de los Catalanes porque «para ustedes Cataluña solo es la excusa para mantener sus sillones y a esas élites que les han traído hasta aquí, que les financian y que, de vez en cuando, piden diálogo para que ustedes ganen más tiempo».
Frente a las políticas de odio, guerracivilistas, que llevan cuarenta años dividiendo a los catalanes en buenos y malos, Garriga ha apuntado que hay otra Cataluña posible, «alejada del odio, la división, el fanatismo y el sectarismo del separatismo».
«Recuperaremos esa Cataluña unida, libre y próspera que durante décadas fue la envidia del mundo y que ustedes se han empeñado en destruir. Porque frente a este pacto de urgencia y vergüenza, hay un proyecto de unidad, concordia e igualdad».
Fiscalidad
«Pretenden ustedes seguir construyendo el mayor infierno fiscal de España». «Junto a sus socios del gobierno de la nación, aspiran a llevar a cabo una subida fiscal injusta, irresponsable e inmoral con la situación que está pasando los catalanes», apuntó y añadió que «es un problema de despilfarro y malversación de fondos». «De destinar el dinero a la agenda separatista y al enriquecimiento de sus afines».
Finalmente, Garriga sentenció que los impuestos han de destinarse a lo importante y necesario, a proteger lo común y garantizar que los catalanes gocen de mejores servicios públicos:
«Pagar impuesto para servicios esenciales como sanidad, educación y servicios sociales, sí; pagar impuestos para aumentar el presupuesto del mayor canal de odio y propaganda del separatismo, para TV3, no; pagar impuestos para reforzar la sanidad y la atención primaria, sí: pagar impuestos para mantener a una red clientelar, con más de 500 altos cargos, no; pagar impuestos para mejorar la educación y la formación de los más jóvenes, sí; pagar impuestos para financiar embajadas en el exterior donde colocar a afines en puestos millonarios, no; pagar impuestos para garantizar la seguridad en las calles y dotar de medidas de protección y control a los agentes, sí; pagar impuestos para subvencionar chiringuitos ideológicos y entidades separatistas, no».