Barcelona (España), martes 26 de diciembre de 2023 (Lasvocesdelpueblo).- Pere Aragonès García ha anunciado hoy que el siguiente paso es un referéndum de independencia en 2024 en Cataluña, después de los acuerdos sobre la amnistía ilegal e inconstitucional pactados por el Partido Socialista y la antiEspaña.
El presidente del Gobierno separatista de la Generalidad de Cataluña y dirigente la izquierda extrema secesionista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lo ha asegurado esta tarde, en su tradicional mensaje institucional de Navidad y final de año, en el que ha añadido que «2024 será el año que nosotros decidimos que sea».
El separatista ha pedido convertirlo en «el año en el que ganamos el futuro que merecemos”. «En 2024 debe ser el año en que abordamos la segunda fase del proceso de negociación con España, donde Cataluña debe poder decidir libremente su futuro», ha afirmado en referencia a un referéndum de autodeterminación.
Desde el depósito del «Rey Martí», espacio elegido este año para dirigirse al separatismo, el jefe del Ejecutivo hispanófobo ha desgranado los logros alcanzados durante 2023 y los retos que quedan pendientes para 2024, entre los que ha situado la educación , la sequía o los presupuestos.
«Miremos atrás, y podemos sentirnos satisfechos como país de todo el camino recorrido. Esto nos debe dar la confianza, la fuerza y la convicción para superar los retos que tenemos», ha afirmado.
Los presupuestos para 2024 son «imprescindibles para seguir avanzando» , ha subrayado el presidente, y ha asegurado que «requerirán de la responsabilidad y el compromiso de una mayoría del Parlament de Catalunya».
«Estoy decidido a construirla para que sea posible. Así lo pido a los grupos parlamentarios y tengo el convencimiento de que todos estaremos a la altura», ha declarado.
Respecto a la sequía, el ultra Aragonès ha remarcado que «requerirá un esfuerzo» de toda la sociedad, más allá del «compromiso extraordinario» que ya han hecho campesinos y ganaderos, así como «continuar con las inversiones en infraestructuras hídricas» para superar los efectos y convertirse en más resilientes ante el «cambio climático global».
El 2024 también será clave para la educación, un ámbito donde el presidente ha dicho que «es vital seguir abocando aún más esfuerzos y seguir trabajando conjuntamente con la comunidad educativa, porque nuestros niños y jóvenes son el presente y el futuro»de Cataluña.
Muy poco ha mencionado el sistema educativo separatista porque tampoco había algo para usar y manipular al pueblo. Los últimos informes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), significaron la muerte de Cataluña y fracaso de la «inversión lingüística» del régimen racista en Cataluña.
Un reto que se suma a «la sanidad pública, la vivienda o la lucha contra la violencia machista, que requieren que ponemos lo mejor de nosotros y que utilicemos todas las herramientas».
En referencia al autogobierno de Cataluña, el presidente ha afirmado que «en 2024 debe ser el año en que enfocamos el camino de hacer de esta década la década de la prosperidad y de la libertad».
También ha apuntado el nuevo año como el año en que «el traspaso de cercanías Renfe se empiece a desplegar» y el año en que «acordamos una financiación singular con España que ponga fin a un déficit fiscal insoportable».
A las puertas de 2024, el ultra también ha reivindicado que el año que comienza sea el año en que “la ley de la amnistía se aprueba, se aplica plenamente y permite recuperar la libertad y el retorno a Cataluña» de golpistas fugados de la Justicia.
También ha apostado por lograr «un nuevo compromiso de todas y todos con el catalán» , con la misión que tenga» más presencia que nunca en todas partes» y se fortalezca la lengua.
En este ámbito, ha recordado que «hoy tenemos más audiovisual que nunca», que se ha logrado que el dialecto catalán se pueda utilizar en el Congreso de los Diputados y que se ha iniciado el camino para que sea oficial en la Unión Europea.
Hitos alcanzados
El discurso del ultra también ha servido para hacer balance de 2023. El dirigente de la izquierda extrema separatista ha recordado a los separatistas los «grandes logros alcanzados», empezando por el hecho de tener «la tasa de paro más baja de los últimos quince años» que ha permitido que mucha gente haya encontrado trabajo .
«Este año hemos fortalecido el estado del bienestar, con más docentes, más personal sanitario y más mossos que nunca», ha apuntado, al tiempo que se han conseguido «importantes inversiones industriales, de investigación y científicas, que suponen nuevas oportunidades para hoy y por la Cataluña de mañana».
En el campo de las infraestructuras, ha destacado el acuerdo del «traspaso integral de cercanías Renfe», así como el «traspaso del Ingreso Mínimo Vital».
Y, a nivel político, ha celebrado el «acuerdo» de la ley de amnistía ilegal e inconstitucional «que no hace mucho nos decían» Partido Socialista y Pedro Sánchez Pérez-Castejón «que era imposible» y que «permitirá el fin de la represión y la recuperación de derechos». «Un paso necesario», ha dicho, «para abordar la siguiente fase de la negociación con España: que Cataluña decida su futuro en libertad, votando sobre la independencia».
El depósito del Rey Martí
Este año, el ultra ha escogido el «Depósito del Rey Martí» como escenario del discurso de Navidad para poner de relieve el «compromiso» del régimen antiespañol para hacer «frente a la sequía», una de las «emergencias más inmediatas» en agenda de un separatismo cada vez más neonazi con prohibición de lengua o idioma oficial de Cataluña, el castellano/español.
El «Depósito del Rey Martín» es una sala hipóstila, con siete naves longitudinales rellenas de arcos y con 30 pilares, que tiene 585 m2 y está situado entre las calles Jaume Càncer i Bellesguard, en el barrio de Sant Gervasi-Bonanova de Barcelona, y su construcción se vincula a la existencia de una mina de aguas que se encontraba bajo la antigua finca de la Torre Bellesguard , obra el arquitecto Antoni Gaudí, que había sido edificada sobre los restos de la última fortaleza en la que vivió Martí l’Humà, entre 1408 y 1410.
Los documentos históricos del año 1361 recogen que la Corona cedió su propiedad y uso del agua de un «torrente» en Bartomeu de Climent y, más tarde, a principios del siglo XIX, se hizo una concesión real en Jacint Roig. Posteriormente, en 1876, la adquirió Salvador Homs i Roca, con la obligación de realizar mejoras en la finca.
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