Redacción.- Kiev (Ucrania), jueves 3 de marzo de 2022. Una imagen de la invasión cruenta rusa de Ucrania muestra la terrible realidad de la Guerra de Vladimir Putin en este país soberano, democrático e independiente de Europa.
Se ve a los bebés de la Guerra de Vladimir Putin, unos niños pequeños inocentes, durmiendo en el suelo del refugio de guerra.
El presidente del régimen ruso, Vladimir Putin, alegó el pasado 24 de febrero de 2022, -inicio de la invasión rusa de Ucrania- que mandaba a las tropas «comunistas/nazis» rusas en Ucrania para destruir a lo que tachó de Estado «nazi», que es a su juicio, lo que se había convertido Ucrania; además, que salvaría al pueblo ucraniano del «genocida» y «nacionalista» Gobierno del presidente de origen Judío y elegido democráticamente, Volodímir Zelenski.
Tras constatar el fracaso de su plan en los primeros días de su agresión militar, Putin dio más pistas sobre su verdadero plan que pasaba por anexar Ucrania a Rusia, reclamando a los generales ucranianos que golpeen la democracia en el país, matando o deteniendo a los miembros de su Gobierno y Parlamento y tomando el poder. «Quizás con ustedes podemos negociar», advirtió Putin en unos de sus apariciones de su propia guerra sin sentido.
Mientras, el mundo observaba impotente al verdadero «genocida» que se habían convertido aquellos supuestos ‘pacificadores’ del Ejército ruso de Putin: ataques con misiles en zonas residenciales, «asesinatos de civiles« -otro con manos atadas en la espalda-, robos y atracos, violaciones de jóvenes mujeres ucranianas», etc. en la Región de Kiev, así como denuncia una joven refugiada ucraniana de 27 años que consiguió huir de las tropas de Vladimir Putin.
