El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán

"Hay otra cosa de la que estoy completamente convencido. Si mi partido hubiera permitido la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, o hubiera impedido la de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, todos estos espectáculos se habrían ahorrado. Y de esto también hablaremos cuando toque. Como en la «trama rusa», todo se sabrá" [...] En esta estrategia se ha arrastrado también un Parlamento Europeo convertido cada día más en una caja de resonancia de las estrategias partidistas de las delegaciones nacionales, en lugar de velar por la democracia[...]"

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FOTOGRAFÍA. ESTRASBURGO (FRANCIA), 18 DE ENERO DE 2023. El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán. El exlíder separatista, fundador de JxCat, prófugo de la Justicia y eurodiputado sin inmunidad parlamentaria, Carles Puigdemont Casamajò, durante un debate en el Parlamento Europeo de Estrasburgo, Francia, el pasado 18 de enero. Efe

Waterloo (Bélgica), jueves 8 de febrero de 2024 (Lasvocesdelpueblo).- El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán. Carta en dialecto catalán, traducido en idioma español/castellano, del prófugo de la Justicia española, fundador y líder natural de Junts per Catalunya (JxCat), expresidente de Gobierno de la Generalidad golpista de Cataluña de 2017, Carles Puigdemont Casamajò, tras la decisión por amplia mayoría absoluta del Gobierno de los fiscales de acusarle por un delito de terrorismo en la causa Tsunami Democrátic, rechazando el informe del fiscal Álvaro Redondo Hermida, después de la reafirmación del magistrado de la Audiencia Nacional, instructor del caso, Manuel García-Castellón y García-Lomas, de existencia de indicios de delito de terrorismo.

  • El caso se ha complicado hoy después de la resolución favorable del Pleno del Parlamento Europeo que obliga a España a abrir una investigación contra Carles Puigdemont Casamajó por sus intenciones de participar en la «desestabilización de la Unión Europea». La iniciativa salió adelante con salió adelante con 433 votos a favor, 56 en contra y 18 abstenciones.
  • La Eurocámara expresa su «preocupación extrema por las presuntas relaciones entre secesionistas en Cataluña y la administración rusa», después de conocer parte del Caso Volhov que vincula directamente al prófugo golpista Carles Puigdemont Casamajò con la Presidencia del Gobierno de Rusia de Vladimir Putin cuya finalidad -subraya- es «promover la desestabilización interna y la desunión en la UE».

La carta (pdf) abierta de Puigdemont

«Si hubiéramos hecho Alberto Núñez Feijóo (Partido Popular) presidente de Gobierno español, todo esto no pasaría

Puigdemont llora desconsolado en una carta en catalán| Cuando mi partido decidió votar en favor de la investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón como primer ministro español y permitir otra legislatura con un gobierno de izquierdas en España era perfectamente consciente de algunas de las consecuencias negativas que ello supondría. Algunas de ellas las anticipé a mis interlocutores políticos, que me miraban incrédulos.

No tuve que esperar demasiado tiempo. El lunes 6 de noviembre de 2023 era el día que inicialmente habíamos escogido hacer público en Bruselas el acuerdo suscrito entre mi partido (Junts per Catalunya) y el PSOE que permitiría la investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Ese mismo día, ni antes ni después, sino justamente ese 6 de noviembre, el juez de la Audiencia Nacional española Manuel García-Castellón y García-Lomas (Manuel García Castellón) decide investigarme por un delito de terrorismo. El caso en el que ahora se me persigue como terrorista estaba detenido desde hacía unos años; no se había procedido a ninguna diligencia ni se había tomado declaración a nadie de la supuesta trama terrorista que organizó en el 2019 las protestas ciudadanas contra la sentencia del Tribunal Supremo español que condenaba a líderes políticos y sociales catalanes a un conjunto de 100 años de cárcel. El hecho de que el juez decidiera despertar el caso el mismo día que debía anunciarse el acuerdo político de investidura no es una casualidad, porque desde hace años se sabe —y lamentablemente se acepta como algo inevitable— que algunos magistrados coordinan las agendas judiciales con las políticas.

Que García-Castellón es un juez extremadamente amable con el PP lo describe su currículum y sus decisiones. Su persecución contra Podemos y Pablo Iglesias por una supuesta trama de financiación ilegal y blanqueo de capitales pasará a la historia de los manuales de lawfare, también en el de la impunidad judicial por cometer abusos y convertir las manías ideológicas y religiosas personales en cruzadas judiciales para salvar a España de rojos y separatistas.

El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán| Durante las semanas posteriores, el debate político en España se tensó y crispó hasta niveles inimaginables. La investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón y la tramitación de la Ley de Amnistía desató una dura reacción de la derecha y la ultraderecha, con manifestaciones semanales, acoso en las sedes del Partido Socialista y llamamientos a la desobediencia. Algunas de estas manifestaciones fueron violentas, y algunas de aquellas llamadas eran claramente golpistas. La derecha europea se puso a disposición de la estrategia del PP y decidió involucrar al Parlamento Europeo en el debate de una ley nacional que aún estaba por aprobar, y convertir la comparecencia de Pedro Sánchez, entonces presidente de turno del Consejo de la UE, en un espectáculo vergonzoso.

Toda esa reacción no se produce por generación espontánea. Cuatro días antes de que el juez Manuel García-Castellón y García-Lomas (Manuel García Castellón), decidiera investigarme como terrorista, el expresidente español José María Aznar hacía un pronunciamiento en el que la instigaba sin complejos: «Quien pueda hablar, que hable; quien pueda hacer, que haga; el que pueda moverse, que se mueva. Cada uno en su responsabilidad debe ser consciente en la situación en la que nos encontramos». Aznar es el máximo referente de la verdadera derecha poderosa española. Quiero decir la derecha económica, la judicial y la mediática. Sus palabras encontraron respuesta diligente en los tres frentes de influencia. Manuel García-Castellón y García-Lomas (Manuel García Castellón), correspondió de inmediato, la prensa conservadora desató una feroz campaña mientras los representantes empresariales —y de la iglesia también— se seguían movilizando contra el proyecto de ley de amnistía.

La ofensiva aún estaba por agravarse. El pasado día 30 de enero, el Congreso español debía debatir y aprobar la ley de amnistía. En otra de estas genes casuales coincidencias de agendas, un juez de Barcelona, ​​conocido por su animadversión al proceso de independencia, decide reactivar un caso que ya había archivado, y me pretende acusar del delito de traición a la patria por haber complotado con espías rusos nada menos que la desestabilización de la Unión Europa. En cuestión de semanas, he acumulado dos de los delitos más severamente castigados del código penal español -terrorismo y otra traición- que en más de seis años nadie había advertido. Seis años en los que no han parado de vigilarme, espiarme y perseguirme, y sólo se dan cuenta de que soy un terrorista y traidor en la patria precisamente hace unas semanas, coincidiendo con uno de los acuerdos políticos más relevantes que se han producido desde la muerte de Franco.

La construcción del caso sobre la llamada trama rusa guarda bastantes similitudes con la construcción de la teoría de la conspiración en los atentados del 11M de Madrid. Durante años —aún hay gente que lo piensa— se alimentó la idea de que los atentados habían sido obra de ETA —el propio José María Aznar llamó a medios de comunicación para asegurarlo, cuando todos los indicios ya apuntaban al yihadismo — con la voluntad de perjudicar a las expectativas electorales del PSOE y beneficiar a las del PP. La cantidad de literatura periodística y supuestos informes de expertos dirigida a sembrar la duda sobre lo ocurrido realmente fue espectacular, colosal. Rara vez se han destinado a alimentar esta falsedad tantas horas de radio y televisión, tanta letra impresa y tanta rumorología en las redes sociales de la época como en aquella ocasión.

El modus operandi es el mismo. Se fabrican conclusiones a partir de hechos que no guardan relación entre sí. Se crea suficiente verosimilitud para que alguien acabe comprando una mercancía averiada y la ponga en circulación debidamente presentada como investigación independiente, y siempre hay un juez al que, también casualmente, van a parar las causas. La bola se va haciendo mayor, se va retroalimentando y se hace imposible de detener, hasta que un día pinche.

En esta estrategia se ha arrastrado también a un Parlamento Europeo convertido cada día más en una caja de resonancia de las estrategias partidistas de las delegaciones nacionales, en lugar de velar por la democracia, los derechos fundamentales, la igualdad entre todos los ciudadanos de la Unión. El PP español ha logrado imponer sus estándares a la mayoría conservadora europea, siendo una noticia funesta para el futuro de la Unión. Pero de eso tendremos tiempo de hablar.

La ligereza con la que se ha tratado todo el asunto ruso es espantosa. Me preocupa profundamente, porque no veo una manera más eficaz para llegar a los objetivos de Putin de dividir y debilitar a la UE que poner la credibilidad de las instituciones europeas al servicio de estrategias de destrucción de adversarios políticos utilizando métodos impropios de una democracia .

El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán| No ha existido ninguna trama rusa ni connivencia con el régimen de Putin, en ningún sentido. Nadie encontrará en mis decisiones, en mis declaraciones, libros y conferencias, votaciones… nada que pueda interpretarse en este sentido. Han pasado bastantes años y he leído lo suficiente a Cioran y Kundera como para que quien se haya tomado la molestia de saber mi opinión sobre el régimen de Putin —antes y ahora— haya sacado una conclusión inequívoca. Lamentablemente, esto pide un esfuerzo demasiado grande que desmentiría al titular fácil.

No tengo ninguna duda de que en los países de la Unión Europa existen agentes de información de muchos países hostiles, Rusia incluida. Espero que también ocurra al revés. Y tampoco dudo de que estos agentes recogen información y que las cancillerías analizan la situación política desde su perspectiva y sus intereses. Desconozco completamente cuál es la estrategia rusa en relación al conflicto histórico que Cataluña tiene con España, más allá de sus declaraciones oficiales a favor de la unidad de España. Como desconozco la del resto de países del mundo, más allá también de decir lo mismo que ha dicho Rusia. Sin embargo, si alguna vez alguien de fuera hubiera pensado en utilizarnos para erosionar a la Unión Europea, habría fracasado. No ha pasado, y nunca dejaríamos que pasara. El proceso de independencia de Catalunya tiene unas raíces históricas y viene de muy lejos en el tiempo, pero no en la geografía. Quiero decir que no hace falta ir hasta los Urales para encontrar las razones que le impulsan.

Lo que alimenta desencadena el proceso de independencia de Catalunya no es ninguna potencia enemiga. Los millones de personas que cada año se han manifestado para pedir votar, no han movido a los rusos. Tras la reforma del estatuto de autonomía no estaban los rusos. Tampoco en el resultado de las votaciones en las elecciones catalanas que año tras año han dado la mayoría independentista en el Parlament de Catalunya han sido manipuladas por los rusos. Ni el tesón con el que las instituciones y el pueblo de Catalunya organizamos el referéndum del 1 de octubre. Probablemente a ciertos sectores de la España más nostálgica y más orgullosa le conviene más explicar que no les derrotamos a los catalanes, gente normal, de la calle, debidamente organizada, sino que de no haber sido por los espías rusos infiltrados, España habría detenido el referéndum .

Lo siento para quienes han comprado este relato, pero las cosas nunca han ido así.

Sabemos mucho de guerra sucia, y sabemos que quienes más han interferido en la democracia española han sido precisamente la policía patriótica, los jueces patrióticos y la corrupción sistémica del PP. Aquí el Parlamento Europeo encontraría motivos muy fundamentados para expresar profunda preocupación, porque algunos de sus diputados españoles tienen una gran responsabilidad. Hay quien tiene miedo y calla. Algunos no lo hemos hecho ni lo haremos, por más problemas que nos busquen. Les recomiendo el artículo que ha publicado la periodista Elisa Beni en Eldiario hoy, día 8 de febrero, titulado Da bastante miedo; entenderán qué sentimiento existe ahora mismo en varios sectores de la sociedad española, no necesariamente independentistas ni aliados. «Da miedo —escribe Beni— poder confiar tan poco en un sistema que es capaz de crear pinzas jurídico-mediáticas para forzar procedimientos por delitos inexistentes o artificialmente hinchados. Esto es lo que me da miedo a mí, ya tanta gente que sabe aunque prefiera no meterse en líos».

El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán| Voy a luchar por pinchar esta bola indecente, y para que todas las anomalías de este procedimiento afloren. Ojalá el Parlamento Europeo y España puedan llevar a cabo una investigación independiente de verdad, con relatores que no tengan intereses partidistas ni nacionales. Sin apriorismos ni prejuicios. Dudo que sean capaces, porque aquí no interesa la verdad sino el relato.

Hay otra cosa de la que estoy completamente convencido. Si mi partido hubiera permitido la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, o hubiera impedido la de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, estos espectáculos se habrían ahorrado. Y de esto también hablaremos cuando toque. Como en la trama rusa, todo se sabrá.

Carles Puigdemont y Casamajó»| El desconsolado llanto de Puigdemont en una carta en catalán.

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