El diestro que exhala torería y duende cuando coge la muleta y el caballero que derrocha elegancia

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El diestro José María Manzanares da un pase con la muleta durante la Corrida de la Beneficencia. EFE

Agencias – José María Manzanares, el gentleman del toreo. Torero y gentleman, así es el diestro José María Manzanares, diestro que exhala torería y duende cuando coge la muleta y el caballero que derrocha estilo y elegancia cuando pisa una alfombra roja. Madrid (España), martes 7 de junio 2016. Fotografía: El diestro José María Manzanares da un pase con la muleta durante la Corrida de la Beneficencia. Efe.

Fotografía del diestro

Elegante,  poderío, pasión, templanza, arte o guapo son algunas palabras que  acompañan al nombre de  José María Manzanares, torero que ha sido declarado triunfador de la recién concluida Feria de San Isidro 2016, además de recibir los galardones correspondientes a la mejor faena y mejor estocada, ambas correspondientes a la gran actuación protagonizada el pasado 1 de junio en la Corrida de la Beneficencia.

Una tarde que se recordará por mucho tiempo por el cómputo de sensaciones y emociones que se vivieron, una bendita y maravillosa locura, que, para bien o para mal cautivó Madrid y todos los taurinos. José María Manzanares realizó una labor soberbia, plena de inspiración, templada y profunda de principio a fin, y de bellísimo y elegante argumento artístico.

Esa elegancia, el alicantino también la plasma es sus apariciones públicas, donde levanta suspiros, calla bocas y demuestra un poderío con estilismos atrevidos y contundentes que le convierten en sex symbol. Casado con Rocío Escalona y padre de dos hijos, José María y Julieta, el torero con más de un metro ochenta de estatura, 34 años y una clase y elegancia innata en su ADN, se ha convertido en el modelo perfecto de firmas internacionales.

Hijo, hermano y nieto de toreros, dedicado al mundo del toro por vocación y convicción, Manzanares también sabe posar, cautiva a la cámara con una mirada negra y felina y un rostro, anguloso y simétrico que enmarca una boca carnosa y una sonrisa pícara.  Manzanares es un hombre guapo, muy guapo, de aire mediterráneo, con gran poder de seducción. Es consciente de ese atractivo y por ello no duda en hacer reportajes de moda y posar ante las cámara de fotógrafos de prestigio como Mario Testino, Bruce Weber o Jean Baptiste Mondino.

Poderío ha mostrado en las diversas campañas de publicas que ha realizado con firmas como Givenchy o Dolce&Gabbana, en este última con escenas de torera sensualidad. Él sabe que la estética es parte esencial de su profesión y la cuida al máximo. Su estilo es clásico, de corte tradicional, pero siempre arropado con un toque moderno pegado a las tendencias del momento. La seña de identidad de su estilo es el traje de tres piezas perfectamente confeccionados a medida.

Suele utilizarlo para acudir a los actos públicos y lo conjunta con camisa blanca. Nunca olvida ni chaleco ni corbata con el clásico nudo windsor, en ocasiones muy llamativas, incluso con lunares, que sobresalen en sus looks. Le gustan aderezar el traje con un pañuelo en el bolsillo de la americana, detalle con el que suele jugar y aportar luz a su estilismo, además de hacer hincapié en el estilo gentleman.

Nunca olvida el chaleco y la corbata, en ocasiones con vistosos lunares. También suele combinar americana con pantalones vaqueros y camisa blanca, prenda que adora, a juzgar por el número de veces que la viste, aunque a veces la sustituye por una camiseta lisa en tono níveo. Su porte de modelo, herencia de su padre, le ha convertido en portada de numerosas publicaciones. Además de ser nombrado uno de los hombres más elegantes de España.

Aunque su estilo es clásico, también le gusta innovar y se atreve a mezclar tejidos y colores, combinando tonos potentes como el azul brillante con el negro o apostando por un traje claro con cuadro grandes, prueba de ellos fue el estilismo que lució en la boda de su amigo Cayetano Rivera con Eva González o el esmoquin de Dolce&Gabbana en la gala MET Gala 2015.

Su porte de modelo, herencia de su padre, le ha convertido en portada de numerosas publicaciones. Cuando viste de sport, suele apostar por vaqueros, polos y chalecos, una ropa cómoda para estar en el campo, una de su grandes pasiones junto con el golf, el flamenco, la gastronomía de autor, el pop y la Fórmula 1. Le gustan las redes sociales y tiene una community manager que se las gestiona.

En 2002, José María Manzanares debutó con caballos en Nimes y un año más tarde tomó la alternativa con Enrique Ponce como testigo. Desde entonces no ha dejado de deslumbrar en las plazas de todo el mundo y en importantes alfombras rojas. Manzanares es arte, es imagen. Un torero estético, a quien le gusta la moda y vestir bien dentro y fuera del albero