El pueblo de Francia en pie contra el «terrorismo sanitario»: Pasaporte COVID 19 que es la obligación a someterse al experimento farmacéutico

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FOTOGRAFÍA. PARÍS (FRANCIA), 21.08.2021. Casi 200 mil personas salieron este sábado a la calle en Francia para protestar por sexto sábado consecutivo contra la necesidad de tener el certificado sanitario (pasaporte COVID 19), que es la vacunación COVID 19 obligatoria, para buena parte de las actividades de la vida social, percibida en la práctica como una obligación a someterse al experimento genético de las empresas farmacéuticas. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- París (Francia), sábado 21 de agosto de 2021. Casi 200 mil personas salieron este sábado a la calle en Francia para protestar por sexto sábado consecutivo contra la necesidad de tener el certificado sanitario (pasaporte COVID 19), que es la vacunación COVID 19 obligatoria, para buena parte de las actividades de la vida social, percibida en la práctica como una obligación a someterse al experimento genético de las empresas farmacéuticas.

vídeo.

Según el Ministerio del Interior, en las 220 marchas que se organizaron por todo el país participaron 175.503 personas, lo que significa menos que las 214.845 que había calculado el mismo Gobierno hace una semana.

El público de nuevo era muy heterogéneo social y políticamente, y con dos elementos básicos que los unían: su oposición al certificado sanitario y su rechazo del presidente francés, Emmanuel Macron.

En Montpellier, donde la Prefectura cifró la participación en 9.500 personas, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes de derecha e izquierda que en ese caso habían coincidido en un único cortejo.

En otras grandes ciudades, las convocatorias se hicieron por separado y así se pudieron ver las diferencias y los matices. Globalmente discurrieron en calma y no hubo incidentes significativos. El Ministerio del Interior indicó, no obstante, que se practicaron una veintena de detenciones.

CUATRO MANIFESTACIONES EN PARÍS, CON SUS MATICES

En París hubo cuatro marchas y la más numerosa, como en las semanas precedentes, fue la organizada por Florian Philippot, antiguo brazo derecho de la líder de la presidente del partido Agrupación Nacional, Marion Anne Perrine, conocida como Marine Le Pen, que después de salir de su partido ha creado un movimiento disidente, Los Patriotas.

Philippot arengó a los miles de personas que se concentraron en la plaza Denfert Rochereau, se felicitó de la gran profusión de banderas francesas, se mostró convencido de que la de hoy era «una demostración de fuerza» y no se privó de cargar contra «los mandatos conminatorios del poder macronista».

De hecho, las proclamas de los asistentes contra el jefe del Estado, con una evidente intención política a ocho meses de las elecciones presidenciales, fueron casi tan frecuentes como los gritos para reclamar «libertad» y para quejarse por la necesidad del certificado sanitario para ir a un bar o a un restaurante.

En cabeza del cortejo de Philippot había también un pequeño grupo de sanitarios que quisieron denunciar así la obligación que se ha impuesto a ese colectivo de estar vacunados para poder seguir trabajando después del 15 de septiembre.

«El Pasaporte COVID 19 es un atentado contra la libertad»

Una de las asistentes, que trabaja en funciones administrativas en un hospital y que dijo no estar vacunada porque considera que las que se han desarrollado contra la covid 19 no están suficientemente probadas, justificó la protesta porque a su parecer «el certificado sanitario es un atentado contra la libertad».

Mujer: «Se nos está haciendo terrorismo sanitario»

La mujer denunció que «se nos está haciendo terrorismo sanitario» y que se han magnificado las consecuencias de la pandemia. Contó que duda «mucho de todas las estadísticas que nos enseñan en la televisión sobre los ensayos».

Las pancartas culpaban a la campaña de vacunación COVID 19 de 982 muertes en Francia.

Otra de las manifestaciones de la capital, que salió de la plaza de la Bolsa, tenía un ambiente totalmente diferente, con la marcada presencia de «chalecos amarillos».

El plan totalitario de Emmanuel Macron contra el pueblo de Francia

El Gobierno francés, que decidió generalizar el uso del Pasaporte COVID 19 ante un ritmo de vacunación COVID 19 que perdía fuelle al comienzo del verano, se enfrenta ahora a un fenómeno similar que en esta ocasión se explica probablemente por las vacaciones.

Con 41 millones de personas totalmente vacunadas, el 61 % de la población ha recibido la pauta completa de inmunización, pero la cadencia en las inoculaciones se ha ralentizado de forma muy acusada. En tres semanas se ha pasado de 4,8 a 3,2 millones de inyecciones semanales.

Pese a todo, el Ministerio de Sanidad sigue confiando en cumplir el objetivo que marcó Macron de llegar a 50 millones de personas que hayan recibido al menos una dosis a finales de agosto.