Barcelona (España), miércoles 13 de diciembre de 2023 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- El ultra Pere Aragonés García, ‘okupa’ del Palacio de la Generalidad de Cataluña dijo hoy que «mi teléfono tenía información íntima» de su vida privada.
Lo que sí no ha querido explicar es de qué «esfera íntima» se trata: ¿Serán sus orgías o experimentos sexuales de su ideología ‘woke’ en las habitaciones de la Generalidad? o ¿Serán las imágenes de su infidelidad con otros chicos ultras de ERC? o ¿Quizás vídeos de las borracheras de los miembros de la extrema izquierda hispanófoba ERC? Nadie lo sabe, excepto el denunciante ultra Pere Aragonés García y quizás, y nadie lo sabrá porque ya es «documentación reservada» y el Tribunal Supremo, alegando «secreto», no piensa permitir que el régimen sanchista, en su afán de contentar a sus socios de la antiEspaña, decrete una apertura de la desclasificación de los documentos.
El presidente del régimen separatista y dirigente de la ultraizquierda separatista ERC, Pere Aragonès García, ha señalado este miércoles al Centro Nacional de Inteligencia de España (CNI) por «haber espiado su teléfono móvil» con el programa Pegasus entre julio de 2018 y marzo de 2020, cuando ERC estaba enfrascada en negociaciones políticas relevantes, como la investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón de hace casi cuatro años o la mesa de la traición a España.
Aragonès ha comparecido este miércoles ante el titular el juzgado de instrucción número 29 de Barcelona para ratificar la querella que presentó tras detectar que su móvil había sido espiado con el software Pegasus cuando era vicepresidente del régimen, consejero de Economía y máximo representante político de la extrema izquierda separatista.
Ante el juez, el político ultra ha detallado que las infecciones a su móvil ocurrieron mientras participaba en negociaciones vinculadas a varios momentos políticos relevantes.
La querella de Aragonès, que se dirige contra la exdirectora del CNI, Paz Esteban, y el grupo israelí NSO que comercializa Pegasus, detallaba inicialmente tres ataques a su móvil los días 4, 5 y 13 de enero de 2020 -coincidiendo con la investidura de Pedro Sánchez Pérez-Castejón-, pero un informe pericial posterior amplió a entre julio de 2018 y marzo de 2020 el tiempo en que el teléfono pudo estar infectado.
En su declaración ante el juez, el ultra de la AntiEspaña ha detallado que en las fechas en que cree que fue espiado mantenía contactos frecuentes con la banca, las empresas y el Gobierno por su cargo de vicepresidente del régimen y como líder la extremista ERC.
El separatista ha apuntado a que parte de las infecciones ocurrieron durante la pandemia del COVID 19, cuando las comunicaciones eran inexorablemente por vía telefónica.
El informe del laboratorio canadiense Citizen Lab, que destapó un espionaje masivo con Pegasus al separatismo, revela que el móvil del ultra fue atacado mediante el envío de «sms», aunque el ultra ha precisado al juez que no se percató de las infecciones y que desconoce de qué tipo de información pudieron apropiarse quienes le espiaban.
No obstante, ha resaltado que su teléfono móvil contenía no sólo información de importancia política o institucional, sino también datos personales de su «esfera íntima».
Aragonés pide la desclasificación de información reservada de su móvil
En declaraciones a los medios tras comparecer ante el juez, el ultra ha recordado al Gobierno que tiene la «obligación moral y ética» de desclasificar la información reservada sobre el seguimiento que el CNI hizo de su móvil con Pegasus y que, según mantuvo Paz Esteban en el Congreso de los Diputados, se llevó a cabo con el aval del juez del Tribunal Supremo responsable del control de los servicios secretos.
El Gobierno de Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha abierto la puerta a desclasificar esos documentos, pero por el momento el Tribunal Supremo se ha escudado en el secreto para denegar información sobre el espionaje a Aragonès y la exdirectora del CNI, representada por la Abogacía del Estado, ha recurrido el requerimiento del juez instructor al Consejo de Ministros para que levante la reserva sobre los datos en cuestión.
Para el ultra hispanófobo, la «desclasificación de la documentación reservada es esencial para que se sepa toda la verdad, se aclare lo que ha ocurrido y nunca más se produzca, como se ha producido, un espionaje sobre personas simplemente porque tienen una determinada ideología política».
El separatista ha denunciado haber sido espiado por el CNI «como ciudadano de Cataluña comprometido con la independencia de Cataluña, que ha sufrido como dirigente de ERC y también como miembro» del régimen golpista.
En ese sentido, ha apuntado que el objetivo de la querella que ha presentado es «que se sepa toda la verdad, que se aclare quién ordenó el espionaje, qué datos tienen, quién los tiene y para qué los han utilizado».
«Y sobre todo que nunca más ningún ciudadano de Cataluña, ningún miembro» del régimen, «ninguna persona de este «país» (Cataluña) sea espiada, que su intimidad, su privacidad familiar, personal y profesional sea vulnerada, simplemente porque tiene una ideología diferente», ha añadido.
El espionaje al separatismo con Pegasus, un software de la empresa israelí NSO que en principio sólo se vende a estados, ha derivado ya en media docena de investigaciones en los juzgados de Barcelona, aunque sólo en la causa abierta por la querella del ultra Pere Aragonès García está imputada la exdirectora del CNI, destituida a raíz del caso por parte del otro régimen de la Moncloa -para contentar a sus socios de la antiEspaña- y que está previsto que declare a finales de enero próximo.
También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y tres de sus ministros en el anterior ejecutivo de coalición socialcomunista denunciaron que «sus móviles habían sido atacados con Pegasus», pero la Audiencia Nacional archivó el caso ante «la falta de cooperación jurídica de Israel».
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