Garzón: Dejo todo y me voy; «salud y República»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2021. El ministro de Consumo del Gobierno de coalición del PSOE, Podemos e Izquierda Unida (Unidas Podemos), Alberto Garzón Espinosa (IU), durante una rueda de prensa. Efe

Madrid (España), viernes 17 de junio de 2023 (Lasvocesdelpueblo).- Alberto Garzón Espinosa, ministro de Consumo y líder del partido de ultraizquierda Izquierda Unida (IU) deja todo y se va antes de la formación del nuevo Gobierno de coalición PSOE – coalición de las ultraizquierdas ‘RESTAR’, con los apoyos de la antiEspaña (separatismo, golpistas fugados y filoterroristas). «Salud y República», firma el ultra.

SE COPIA LA CARAT, A CONTINUACIÓN

«Hoy he trasladado a la militancia de Izquierda Unida que dejo la coordinación y que completo así el paso al lado que anuncié en junio. Ha sido un honor representar a IU y haber contribuido a una causa justa y necesaria. Con aciertos y errores, ha merecido la pena.

Y, sin embargo, gracias a nuestros esfuerzos colectivos la situación hoy dista mucho de parecerse a la de hace diez años.

Nuestra nave está prácticamente reparada y sigue navegando con soltura siguiendo la brújula que apunta al socialismo.

IU está hoy no sólo consolidada, sino que es una fuerza con un capital político imprescindible para el futuro de este país.

La seriedad, la experiencia y la responsabilidad de IU es una garantía para nuestra sociedad, pero también es una herramienta fundamental para ensamblar nuestro tan complejo ecosistema de fuerzas de izquierdas.

Ojalá todas estas fuerzas no olviden en lo venidero la importancia de una unidad bien construida. Y, a ser posible, tejida sobre la fraternidad y no sobre la simple y bruta correlación de fuerzas.

Será por supuesto la militancia de IU quien tenga que valorar mi gestión al frente de la organización durante estos siete años. Sólo añadiré que personalmente estoy muy orgulloso del trabajo realizado, el cual se ha inspirado en los valores republicanos de diálogo, fraternidad y democracia radical.

He intentado que los conflictos, consustanciales a la política, pudieran abordarse desde el diálogo y que, especialmente cuando las diferencias eran grandes, nunca se amenazara al proyecto político.

IU había vivido en su historia demasiadas disputas fratricidas, y uno de mis objetivos ha sido siempre preservar la paz interna sobre la base del respeto mutuo. Espero que incluso aquellos que nunca han votado favorablemente mis posiciones políticas puedan al menos compartir este punto.

No obstante, no puedo dejar de reconocer que sé que he cometido errores. Algunos de ellos los conozco ya, pues he tenido tiempo para meditarlos, pero otros probablemente los descubriré con el paso del tiempo.

Solo espero que sean muchos más los aciertos y que el saldo final permita a la militancia reconocer una contribución positiva de mi paso por la coordinación.

Quiero terminar apuntando a que mi contribución personal a todo esto no ha estado exenta de costes, y ello también ha influido de manera determinante en mi decisión.

La militancia es muy sacrificada, y la primera línea de la política no es sino su versión exponencial. Durante todos estos años he visto lo mejor y lo peor de la política, y ambas cosas me han atravesado implacablemente.

He empleado demasiado tiempo en tratar con gentes que no cuidan a sus semejantes y para los cuales la política es sólo una forma de aplastar al que piensa diferente. No es esa mi concepción de la política. Por eso creo que uno de nuestros retos para el futuro será el de construir espacios que integren las enseñanzas feministas de manera integral, esto es, asumiendo el papel central que tienen los cuidados en la reproducción de la vida en todas sus dimensiones.

En lo personal, me encuentro muy contento al dar este paso y por poder dedicar más tiempo a cuidar a mi familia y a mis hijas.

Como dije hace unos meses, ellas han sufrido más que nadie mis desasosiegos y penas, mis ausencias continuadas y mi irritabilidad estacional.

Quiero ahora recuperar tiempo y energía también para poder dedicarme a otras muchas actividades que siempre me han producido más placer y que han estado aparcadas durante demasiados años.

Como no puede ser de otra forma, seguiré haciendo política, que es para mí el noble arte de transformar la sociedad, desde la humilde y necesaria trinchera que ofrece el militante de base de una organización como la nuestra.

Intentaré, con tantas herramientas como pueda, seguir contribuyendo a construir una sociedad ecosocialista; el único freno viable y democrático ante el avance de la barbarie y la destrucción ambiental.

Gracias y mucha suerte.

Salud y República,

Alberto Garzón».