Jerusalén (Israel), jueves 28 de diciembre de 2023 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- Las autoridades de Israel han devuelto los cadáveres de 80 palestinos muertos en el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás en Gaza, según informó el miércoles el Ministerio de Sanidad palestino.
Israel dijo que devolvía los cuerpos tras confirmar que no eran rehenes israelíes tomados por Hamás el 7 de octubre.
El ministerio señaló que los cadáveres fueron enterrados y que las autoridades registraron los detalles para ayudar a su posterior identificación. Las autoridades de Gaza estaban intentando averiguar cuándo y dónde fueron asesinados los hombres y quiénes eran.
El gobierno israelí afirma que el objetivo de su ofensiva en Gaza es destruir a Hamás a pesar de los llamamientos mundiales al alto el fuego en esta guerra que dura ya 11 semanas. Los terroristas de Hamás mataron a 1.200 civiles y capturaron a 240 rehenes el 7 de octubre, el día más mortífero de la historia de Israel.
Un portavoz militar israelí dijo que durante la guerra, los cuerpos han sido transportados a Israel «para un procedimiento de identificación como parte de nuestro esfuerzo par
«Las dificultades para identificar a los asesinados hacen necesario el traslado de esos cuerpos a Israel para su identificación forense», y que se ajustaba a «análisis rutinarios que cumplen con las normas forenses aceptadas internacionalmente» para descartar su identificación como rehenes israelíes, dijo el portavoz.
Según el Ministerio de Sanidad, los cadáveres fueron entregados por Israel a través del paso fronterizo de Kerem Shalom. Según el Waqf islámico, o Ministerio de Asuntos Religiosos, los cadáveres habían sido recogidos en el norte de la Franja de Gaza.
No es habitual que se devuelva un número tan elevado de cadáveres.
Fueron enterrados el martes en una larga zanja en un cementerio de Rafah, en el sur del enclave.
«Se están tomando fotografías para identificarlos más tarde», dijo un representante del Waqf Islámico de Gaza.
Las autoridades sanitarias palestinas afirman que unas 21.000 personas han muerto en los ataques israelíes, y se teme que miles más hayan quedado sepultadas bajo los escombros. Casi todos los 2,3 millones de habitantes del enclave han sido expulsados de sus hogares, muchos varias veces.
Israel afirma que hace lo que puede para proteger a los civiles y culpa a Hamás de ponerlos en peligro al operar entre ellos, lo que Hamás niega.
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