Golpista Puigdemont a Mesa del Procés: «Que nadie hable por mí, no hace falta que me arreglen nada (indulto)»

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FOTOGRAFÍA. WATERLOO (BÉLGICA), AÑO 2018. El golpista expresidente catalán, huido de la Justicia española y presidente de la derecha separatista en Cataluña (JxCat), Carles Puigdemont Casamajò. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- El puchista huido de la Justicia española, actual presidente de la formación de la derecha separatista (JxCat) y expresidente de la Generalidad sediciosa de 2017 Carles Puigdemont Casamajó, ha rechazado este jueves la posibilidad de obtener «un indulto anticipado» —pactado en la Mesa del Procés entre Gobierno de Pedro Sánchez Pérez Castejón y el separatismo— y ha pedido a los negociadores secesionistas, liderados por el presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonés García (ERC), que su situación personal ante la justicia «no forme parte de ninguna agenda en la denominada mesa de diálogo acordada por ERC y el gobierno español ni de ninguna conversación bilateral».

Cuando se cumplen dos años de la sentencia sobre el golpe de estado separatista en la Comunidad autónoma de Cataluña (Procés), que el golpista Puigdemont eludió al huir a Bélgica, el líder puchista del procés publica un artículo en el digital separatista «El Punt Avui» titulado «No fuimos al exilio para pedir el indulto».

En este artículo, Puigdemont exige «respeto» sobre su situación frente a la justicia, y añade: «También a mi gobierno por si ha tenido o tiene la tentación de incluir esta ‘salida personal’ en las conversaciones que mantiene con el gobierno español».

«Ni buscamos ningún indulto anticipado ni creemos que esta opción aporte ninguna solución al conflicto, y por descontado tampoco a las más de tres mil personas afectadas por la represión», afirma.

El puchista Puigdemont asegura ser consciente de que puede ser extraditado a España y ser condenado a una larga pena de prisión o bien, dice, tener que quedarse «mucho tiempo en el exilio», un camino que emprendió, asegura, «para defender la legitimidad» de sus actos «como presidente de Cataluña» y «defender la declaración de independencia como acto político» que lleve al «reconocimiento internacional de la república catalana».

En este sentido, solicita: «Que nadie hable por nosotros, que no interfieran en nuestra estrategia buscando atajos que no queremos».

Y agrega: «Cuatro años de exilio nos han reafirmado en la idea de que la solución al conflicto entre Cataluña y España es política y es colectiva; que no hay salidas personales ni soluciones a medida de nadie».

«Si se cree que tengo una parte de responsabilidad en un verdadero proceso de negociación política con España, sin condiciones previas y con toda la ambición que se le debe suponer, la puedo asumir perfectamente desde mi vida en el exilio», asegura el golpista huido, e insiste: «No hace falta que me arreglen nada».