Guardia Civil ante Tribunal del «Procés» sobre el 1-O: Era una «insurrección»

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), JUICIO PROCES (TRIBUNAL SUPREMO), 26.03.2019. Captura de la señal institucional del Tribunal Supremo. Jordi Cuixart, Presidente de Òmnium (d), el exconseller de Justicia Carles Mundó (2d), el Exconseller de Empresa Santi Vila (i) y la Exconsellera de Gobernación Meritxell Borrás, durante la declaración del teniente que dirigió la investigación policial de la preparación del 1-O, que ha afirmado que a partir del 19 y del 20 de septiembre, cuando se practicaron varios registros y detenciones, las protestas cambiaron de tono y se vivió un clima "claramente insurreccional".- Efe.

Efe – Daniel Baena, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil de Cataluña: «Aquello literalmente era un polvorín. Los policías que teníamos un mínimo de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podía derivar en una escalada incontrolable». Madrid (España), martes 26 de marzo de 2019. 

El teniente coronel de la Guardia Civil que lideró la investigación policial del 1-O ha calificado como «periodo de insurrección» el comprendido entre el 20 de septiembre y el día en que se aplicó el artículo 155, cuando Cataluña, en su opinión, era un «polvorín» que «podía derivar en una escalada incontrolable».

Daniel Baena, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil de Cataluña, ha sido el único testigo en declarar este martes en el Tribunal Supremo, durante el juicio del «procés», ya que su número dos, que estaba también citado hoy, no lo ha hecho por problemas de salud.

Durante cinco horas y media, el teniente coronel ha explicado el ambiente de «polvorín» que se respiraba en Cataluña en ese periodo, que motivó precisamente el que no se practicaran detenciones en los «asedios» y «escraches» a la Guardia Civil.

«Cualquier actuación -ha afirmado- podía provocar un mal mayor al que se pretende evitar, y por eso en muchísimas ocasiones no se producen detenciones que en un contexto ordinario sí se hubieran producido».

También ha detallado, a veces con poca concreción remitiéndose a «lo que consta en las diligencias», los indicios contra los acusados que se incluyeron en los diferentes atestados. Lo ha hecho en respuesta a las defensas, que han intentado poner en entredicho el contenido de esos análisis de la Guardia Civil.

Baena ha recurrido a frases como «periodo insurreccional» o «de insurrección», o «clima insurreccional», para definir los días comprendidos entre el 19 y 20 de septiembre -cuando se produjeron los registros para evitar el 1-O- y el 27 de septiembre -cuando se aplicó el 155 en Cataluña-.

«Aquello literalmente era un polvorín. Los policías que teníamos un mínimo de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podía derivar en una escalada incontrolable y afortunadamente no fue así», ha explicado Baena, que ha declarado fuera del foco de las cámaras como el resto de agentes.

Para Baena, en Cataluña hubo tres periodos claramente diferenciados: antes del 19 y 20 de septiembre, cuando las concentraciones contra las fuerzas de seguridad eran en tono de «protesta», un «periodo insurreccional» hasta la puesta en marcha del 155 y un tercer periodo a partir de esa fecha, cuando cesaron las protestas y los Mossos hicieron «dispositivos de seguridad muy eficaces».

En el «periodo de insurrección», ha manifestado ante el tribunal, hubo un «cambio radical» en la actitud de la gente y se produjeron la gran mayoría de los «asedios» y «escraches» a la Guardia Civil y la Policía Nacional. En concreto, 84 de las 88 acciones contra la Guardia Civil y 23 de las 25 contra la Policía Nacional.

Esos calificativos no ha gustado a las defensas, que se han quejado al presidente del tribunal, Manuel Marchena, quien les ha tranquilizado: «Es una expresión llena de valoración personal» pero la sala «no se siente vinculada por las valoraciones que haga el testigo para describir lo que vio».

A pesar de insistir en los riesgos del «periodo insurreccional, ha reconocido a las defensas que no hubo detenidos ni desperfectos en las calles durante las manifestaciones y concentraciones y que no registraron llamadas que incitaran a la violencia; tampoco han encontrado los investigadores rastro de encargos de urnas o papeletas o del pago de las facturas de los millones de cartas incautadas.

También han sacado a colación los abogados un perfil anónimo de Twitter que se le atribuyó. Se trata de la cuenta de @maquiavelo1984 y el pseudónimo de Tácito, desde el que se criticó a dirigentes políticos catalanes. «No soy propietario de esa cuenta», ha asegurado tajante el teniente coronel.

Baena estuvo al mando de la investigación sobre la preparación del 1-O dirigida por el juez de instrucción 13 de Barcelona y también elaboró informes sobre el «procés» para la Fiscalía de la Audiencia Nacional y la jueza de este tribunal Carmen Lamela, para el TSJC y para el magistrado del Supremo Pablo Llarena.

Una participación omnipresente que ha suscitado algunas de las preguntas de las defensas, cuestionando además la validez de los atestados que dirigió porque incluyeron tuits de 2013 y 2014 de ANC y su líder, Jordi Sànchez, noticias de prensa, una «hoja de ruta» presuntamente política o hechos referidos a algún acusado anteriores a que ostentase un cargo público.

En varias ocasiones, el teniente coronel ha remitido a «lo que consta en las diligencias» ante las preguntas de los abogados, pero ha defendido en todo momento que no se investigaron «programas políticos», ni ideas, ni tampoco el «procés» en general.

«Las personas investigadas no lo están por lo que dicen o lo que piensan, sino por hechos que creemos que pueden ser constitutivos de delito». «De primeras no vamos buscando sediciosos por ahí». «Investigamos personas que hacen cosas, no entidades».