Interior:  «La presión era muy fuerte» para que los Mozos prestaran el servicio de escolta a Puigdemont

De hecho, Duart ha argumentado que en los últimos cinco años ningún órgano ha expedientado a ningún mosso por efectuar labores de escolta de Puigdemont tras su huida de España, porque "incumplirían el régimen de incompatiblidades", y ha recordado que incluso la Audiencia Nacional, al absolver a los dos mossos que acompañaban al expresidente cuando fue detenido en Alemania, aclaró que su función no tenía nada que ver con la de un servicio de escolta.

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FOTOGRAFÍA. SIN FECHA Y LUGAR CONCRETADOS. HECHOS, BRUSELAS, 29.01.2023. El principal líder del Procés, huido de España, Carles Puigdemont Casamajò, contra quien, entre otros fugados, el Tribunal Supremo emitió euroordenes espera noticias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre su futuro, su entrega a España. Efe

Efe.- Barcelona (España), jueves 29 de junio de 2023. El exnúmero 2 de Interior en la etapa de Miquel Buch, Brauli Duart, ha afirmado que acataron la orden del Gobierno para no dotar de escolta a Carles Puigdemont tras el 155 y ha alegado que los viajes del mosso Lluís E. para acompañar al expresidente, cuando le nombraron asesor, eran «a título personal».

Así lo ha sostenido Duart en la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona, en el que la Fiscalía pide 6 años de cárcel y 27 de inhabilitación a Buch (JxCat) y 4 años y medio de cárcel y 23 de inhabilitación al sargento Lluís E. por malversación y prevaricación al considerar que se le nombró asesor para que siguiera ejerciendo, con fondos públicos, de escolta de Puigdemont tras el 155.

Duart, que fue secretario general de Interior en la etapa de Buch, ha sido tajante al sostener que cuando el ministerio de Interior les denegó su petición para que los Mossos prestaran un servicio de protección a Puigdemont «en ningún momento» dieron «ningún paso» para activar este servicio de escoltas, ya que legalmente no podían.

El testigo ha afirmado que durante los siete meses y medio en que Lluís E. ejerció como cargo de confianza no tuvieron conocimiento de que viajara para acompañar a Puigdemont, porque no les pidió ni que les pagaran los billetes de avión, ni les pasó gastos, ni les pidió dietas, por lo que se trató de viajes que hacía «a título personal».

Cuando en junio de 2018, tras la etapa del 155, Puigdemont pidió oficialmente al Govern que le concedieran las prerrogativas que corresponden a los expresidentes -entre ellas un servicio de seguridad-, en la consellería tenían «muy claro» que «solo» se podía hacer siguiendo el «procedimiento legal establecido», que pasaba por obtener la autorización del Ministerio de Interior y de Exteriores, según Duart.

Por este motivo, cuando la Secretaría General de Interior y luego el propio ministro Fernando Grande-Marlaska denegaron la petición que les hicieron desde la consellería por escrito, advirtieron de que ello podía suponer un problema de orden público y pusieron de relieve que sí se habían autorizado a Puigdemont otras prerrogativas, como por ejemplo la creación de una «Oficina del President», aunque lo cataron y no dieron «ningún paso más».

De hecho, Duart ha argumentado que en los últimos cinco años ningún órgano ha expedientado a ningún mosso por efectuar labores de escolta de Puigdemont tras su huida de España, porque «incumplirían el régimen de incompatiblidades», y ha recordado que incluso la Audiencia Nacional, al absolver a los dos mossos que acompañaban al expresidente cuando fue detenido en Alemania, aclaró que su función no tenía nada que ver con la de un servicio de escolta.

Duart ha resaltado que recibieron una «presión muy fuerte» desde varios sectores para que los Mossos prestaran el servicio de escolta a Puigdemont, pero ha insistido en que durante los dos años que Buch estuvo al frente del departamento se ajustaron al «marco legal».

Fue una posición, ha resaltado, que les provocó «constantes choques» con el propio Govern y con su propio partido -JxCAT-, hasta el punto que el entonces presidente catalán Quim Torra acabó cesando a Buch tras «múltiples confrontaciones».

Asimismo, Duart ha defendido el nombramiento del sargento Lluís E. como asesor ya que cuando Buch llegó al departamento, tras la etapa del 155, el cuerpo de los Mossos estaba «especialmente tensionado», con muchos mandos imputados por su papel el 1-O, por lo que necesitaba a alguien a su lado que tuviese un conocimiento del cuerpo que fuese más allá de la estructura y entrara en el ámbito personal.

De hecho, ha remarcado que Buch dejó claro que quería a un mosso como asesor y que sondearon a varios candidatos que se negaron, ya que era una situación «muy delicada», porque muchos policías son «reticentes» a dar este paso porque se les podría identificar «políticamente».

Duart ha asegurado que vio «muchas veces» a Lluís E. en la consellería de Interior, aunque ha resaltado que los cargos de confianza hasta 2019 no tenían que fichar porque su obligación era estar disponibles las 24 horas del día y los 365 días del año.

Asimismo, ha remarcado que el perfil del sargento era «perfectamente adecuado» para el cargo, ya que además de su trayectoria en los Mossos había trabajado en el área de seguridad del FC Barcelona.

Por su parte, el jefe de gabinete de Buch y actual director de los Mossos, Pere Ferrer, ha asegurado que la labor de un cargo de confianza no está vinculada a la presencialidad, sino a la disponibilidad y que Lluís E. siempre estuvo a disposición del conseller cuando se le requirió.

Ferrer ha defendido la validez de los informes que elaboró Lluís E. -que se los enviaba por correo electrónico o en un sobre cerrado-y ha considerado «inaudito» que un análisis de los Mossos d’Esquadra los desacredite, ya que no se trataba de documentos técnicos sino de un argumentario con ideas básicas para el conseller.