Lasvocesdelpueblo, rtve y Agencias – El miedo de Sánchez es seguir los mismos pasos que la líder andaluza, que puso fin a los 40 años del PSOE en Andalucía. El «Adiós a Sánchez» puede marcar el inicio del fin del PSOE en toda España. Casi 37 millones de españoles, un total 36.893.976 españoles, según datos oficiales del Ministerio de Interior, acuden este domingo a votar entre la salvación de la nación española con un gobierno constitucionalista sin mancha y traición alguna (VOX, PP y Ciudadanos Cs), la incertidumbre que sería no votar o optar por la abstención y, finalmente la tercera opción: la destrucción de una gran Nación con un gobierno liderado por un «traidor», el actual presidente del país, Pedro Sánchez, cuyo partido político, el PSOE, repetiría el pacto con el que envió a su casa el mal gobierno del PP de Mariano Rajoy (PSOE, formaciones pro terroristas, la ultra izquierda y formaciones supremacistas-independentistas (PNV) y golpistas (ERC y PDECAT-JxCAT). Según las encuestas internas que manejan algunos de los partidos constitucionalistas, el tripartito VOX, PP y Ciudadanos Cs sacaría más de la mayoría absoluta, tal como ha podido comprobar el digital español Lasvocesdelpueblo. De todo moto, hoy vota España pendientes de esos pactos postelectorales que lo decidirán todo y que podrían llevar a un posible escenario de Gobierno en coalición, inédito en España. En un país con poca cultura de alianza política, los candidatos asumen, y así lo han reconocido con mayor o menor contundencia, que es posible que tengan que invitar a su Consejo de Ministros a políticos de otras formaciones. Barcelona (España), domingo 28 de abril de 2019.
EL 228A, LA TUMBA DEL BIPARTIDISMO (PP-PSOE)
El estado del bipartidismo, el empuje de los que en 2015 irrumpieron como aire fresco y buscan ahora su consolidación, la histórica irrupción con mucha fuerza en el Congreso de los Diputados del Reino de España del partido que lidera el joven político español de 43 años, Santiago Abascal Conde «Voz del Pueblo» (VOX), una mayor fragmentación con partidos más que antagónicos, la participación y la decisión final de los muchos indecisos son algunas de las claves de estas decimocuartas elecciones generales.
Podrán votar más mujeres que hombres-17.961.501 frente a 16.838.498- y 1.157.196 jóvenes podrán ejercer este derecho por primera vez, además de las 100.000 personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental que votarán por también primera vez, en cumplimiento de la nueva ley electoral.
21:00 HORAS, EL VEREDICTO
En horas- a partir de las 21:00 de este domingo- se habrán despejado todas las incógnitas de unas elecciones en boca de todo el mundo, quizá más que nunca. Una vez depositado el voto, la suerte estará echada no solo para el país, sino para los partidos y sus candidatos que pueden vivir auténticos terremotos en función de unos resultados que les llevarán al cielo de La Moncloa o al infierno de los suelos electorales y las crisis internas.
Si por algo se ha caracterizado esta campaña electoral ha sido por la claridad con la que algunos candidatos han reconocido que las mayorías absolutas han muerto de forma definitiva y los gobiernos monocolores han podido llegar a su fin.
La política de bloques vivida en precampaña y campaña augura unas posibles mayorías que podrían darse tras este 28A.
Estas son las posibilidades de Gobierno tras las elecciones, aunque si algo ha demostrado la política española en los últimos años es que no hay que dar nada por seguro dado su imprevisibilidad y su capacidad para sorprender.
LA PRIMERA: LA DESTRUCCIÓN DE ESPAÑA CON EL PSOE, PRO TERRORISTAS, SUPREMACISTAS-INDEPENDENTISTAS, ULTRAIZQUIERDA Y GOLPISTAS
Los medios de la élite corrupta española lo llaman en sus eufemismo «Gobierno de izquierdas». Naturalmente porque a su juicio, parte del golpismo y de formaciones pro terroristas sean de izquierdas (Sortu-EH Bildu del asesino terrorista del tiro a la nuca y de los coches bomba, Arnaldo Otegi; y los independentistas de ERC del preso golpista hispanófobo Oriol Junqueras Vies, y por su puesto, la ultraizquierda (Unidas Podemos) del chavista Pablo Manuel Iglesias Turrión y compañías comunistas y bolcheviques Alberto Garzón, etc.). Sin embargo, El resto de los socios actuales de Sánchez (PSOE) son claramente de derechas, pero de aquella derecha burguesa y supremacista cercana a medio PP de Mariano Rajoy Brey: PNV y PDECAT-JxCAT (la antigua convergencia de Jordi Pujol Soley).
Asimismo, según las encuestas del CIS, órgano del propio gobierno de Sánchez y de las empresas demoscópicas, todas con encuestas surrealistas, visto el ambiente electoral y sus últimas encuestas sobre Andalucía 2018, el presidente del Gobierno —para quien hoy será su último día como presidente de Gobierno, al entrar en funciones su gobierno sobre la 00:01 de la madrugada del lunes, 29 de abril de 2019— un Pedro Sánchez candidato del PSOE, ha sido el líder más reticente a asumir que los pactos de investidura deberán convertirse en alianzas de gobierno tras este 28A.
Sigue abogando por un gobierno en solitario formado por socialistas e independientes, apoyado, eso sí, por otras formaciones; y, aunque sitúa como socio prioritario a Unidas Podemos, solo descarta llegar a acuerdo alguno con VOX.
Con la autodestrucción del PP, buscada por los propios gurus del PP desde aquella mayoría absoluta del PP, no existe hoy en día encuesta que no le sitúe como ganador de las elecciones pero Sánchez afronta esta cita con la certeza de que la victoria no tiene por qué ser sinónimo de gobierno. Son sus terceras elecciones y en las dos anteriores cosechó los peores resultados históricos para el PSOE, que se hundió hasta los 85 diputados.
Por su parte, el candidato de la ultraizquierda (Unidas Podemos), Pablo Iglesias, no ha escondido que quiere formar un Ejecutivo con el PSOE, con el que ha mejorado más que considerablemente su relación.
Ahora aspira a que juntos, PSOE y Unidas Podemos, sumen mayoría absoluta, un surrealismo que solo le ocurre a una ultraizquierda que según las mismas encuestas se situaría en la cola y perdería la mitad de los escaños que tenga ahora en el Congreso. Ni en los tiempos buenos de PSOE y Podemos, las dos formaciones llegaron a la mayoría absoluta. Lejos quedan ya los tiempos en los que los socialistas vivían aterrados ante la posibilidad de ‘sorpasso’ de los chavista-morados, que ahora apelan al espíritu de la remontada para no perder los 71 diputados que defienden en el hemiciclo con la suma de unas confluencias que ya no están unidas. El CIS y empresas demoscópicas dicen que Podemos y alianza sacarían entre 31 y 40 escaños. El resto de sus votantes iría al PSOE.
Esta vez Iglesias dice poner por delante el programa de los ministerios, pero no oculta que quiere entrar en el Ejecutivo y todo apunta a que exigirá no solo influir, sino decidir.
PSOE, ultraizquierda Unidas Podemos, supremacistas-independentistas PNV, golpistas ERC y JxCat, independentistas valencianos Compromís, pro terroristas asesinos del tiro a la nuca EH Bildu y supremacistas-nacionalistas Nueva Canarias, todos ellos, sumaron los 180 diputados que llevaron a Sánchez a La Moncloa tras una histórica moción de censura que expulsó al malísimo PP de Mariano Rajoy del Gobierno del Reino de España el pasado mes de julio de 2018.
Esa amalgama de partidos conlleva unos altos riesgos para Sánchez si los necesita para reeditar su Ejecutivo.
Las fuerzas golpistas (ERC y PDECAT-JxCAT) le hicieron presidente pero fueron ellos los que tumbaron su Gobierno al no aprobar sus presupuestos, abocando al adelanto electoral que este domingo se hace efectivo.
El Procés golpista en Cataluña y las traiciones tanto del PP como del PSOE con cesiones de competencias más importantes del Estado al independentismo hace que los partidos independentistas planteen condiciones imposibles para el PSOE y Sánchez, como poner sobre la mesa el derecho de autodeterminación en Cataluña: un referéndum de independencia de Cataluña; un mediador internacional para negociar dicha consulta separatista y la libertad de los presos golpistas, con ello, la vuelta a España del hispanófobo Carles Puigdemont.
De ser esa la única mayoría posible, la sombra de la ingobernabilidad y la repetición de elecciones cobraría fuerza ante unas negociaciones que se antojarían más que complicadas, más aún con unos líderes que tomarían decisiones desde la cárcel a la espera de una sentencia en el juicio del ‘procés’ para los próximos meses.
Si no son necesarios los votos del independentismo (ERC y JxCAT) y a Sánchez le dan los números con Unidas Podemos y PNV, las posibilidades se abren más con unos supremacistas-independentistas vascos, que tienen ya comodín como llave de Gobierno para gobiernos tanto socialistas como del PP.
GOBIERNO CONSTITUCIONALISTA DE VOX, PP Y CIUDADANOS
El 2 de diciembre de 2018 se convirtió en una fecha histórica en Andalucía.
Tras casi 40 años de hegemonía socialista, un pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos y de investidura entre PP y Vox expulsaba del Palacio de San Telmo a una Susana Díaz a la que el triunfo electoral le servía de absolutamente nada.
El miedo de Sánchez es seguir los mismos pasos que la líder andaluza.
Las tres formaciones, que han vivido la lucha más encarnizada de la campaña, tienen claro que si suman, pactarán para gobernar.
El bloque Constitucionalista ha sido el más bronco y el que más se ha atacado, en lo que ha sido una novedad también en estas elecciones ya que el bloque de la traición a España: PSOE, ultraizquierda y aliados hispanófobos: ERC, PDECAT-Jxcat, PNV, EH Bildu, Compromis, etc. tiende más al ‘apuñalamiento político’ que la derecha, pero ‘populares’ y naranjas ya han dejado clara su intención de entenderse para echar del Gobierno a Sánchez, su máxima prioridad.
En estas elecciones VOX tiene otro objetivo: pisotearle los talones al PP de Pablo Casado y o afianzarse en la tercera posición. Mientras la llamada ‘veleta naranja’ sigue con sus sueño de toda la vida: sueña «sorpassar» al PP.
De hecho, el líder de Cs, albert Rivera, fue el primero en ofrecer directamente al líder del PP, Pablo Casado, un pacto de gobierno. La previsible fragmentación de la derecha y la irrupción de Vox convierte en casi imposible que el PP mantenga su suelo electoral en sus peores momentos dado que nadie en osos momentos se taparía la nariz para ir a votar al PP por tener dos opciones: VOX y Cs. En la actualidad, el PP tiene 137 escaños que defiende, mientras que Ciudadanos parte desde bastante más abajo, con 32 diputados, y VOX de cero.
Las encuestas del CIS y empresas demoscópicas le dan al partido verde 31 escaños, restando evidentemente a VOX los 8 millones de indecisos. Nadie sabe porque peor lo han hecho así. Según ha podido comprobar Lasvocesdelpueblo, VOX sacaría más de 60 escaños. Aunque no se descarta que VOX vaya de 0 escaños a 99 diputados, una barbaridad.
Para Vox y su líder, Santiago Abascal, cualquier resultado es un triunfo sin ambages. Casi 40 años después de que Blas Piñar dejara su escaño en el Congreso de los Diputados, donde se sentó de 1979 a 1982, la ultraderecha convivirá en un Congreso en el que tendrán que hablar, debatir y obligatoriamente entenderse, con constitucionalistas, pro terroristas, independentistas-supremacistas.
ALTERNATIVA: GOBIERNO CIUDADANOS, ULTRAIZQUIERDA Y PSOE
Es otra de las combinaciones que está en boca de todos, pero que se antoja complicada, a juzgar por lo dicho por sus protagonistas.
Rivera, tal como le hizo al candidato del PP en 2015 y 2016 y luego pactó con Mariano Rajoy en 2016, ha llevado el ‘cordón sanitario’ al PSOE al extremo y ya en febrero su Ejecutiva aprobó que no pactaría con los socialistas tras estos comicios.
Lo ha repetido hasta la saciedad: «Con Sánchez, ni a la vuelta de la esquina».
El candidato socialista ha sido deliberadamente ambiguo preguntado por esta posibilidad: «Los que me ponen el cordón son ellos a mí», aunque ha dicho no tener «intención» de pactar con los que le rechazan claramente.
En este punto, coinciden PP, la ultraizquierda Unidas Podemos y fuerzas independentistas-supremacistas y golpistas en que si ambos partidos suman mayoría absoluta, pactarán. Ya lo hicieron en 2016 en un acuerdo de investidura fallido.
Hoy, domingo 298 de abril de 2019, cuando finalice un escrutinio de infarto, se pondrán las fichas en un tablero en el que los partidos empezarán a mover mayorías que permitirán ganar en la verdadera batalla final, que no es otra que la de gobernar.
