«Muchas anomalías, procedimiento anormal y anarquía» de Chavez y Griñán (PSOE) en los ERES

0
648
SEVILLA (ESPAÑA), 18.06.2018. La auditora de la Cámara de Cuentas, Nuria Mendoz, en la sala de la Audiencia de Sevilla, donde ha declarado como testigo en el juicio de la pieza política del caso ERE contra 22 ex altos cargos de la Junta, acusados de prevaricación y malversación por el procedimiento específico para repartir ayudas sociolaborales Efe.

Efe – La auditora de la Cámara de Cuentas Nuria Mendoza, que coordinó la revisión de las ayudas investigadas en el caso ERE encargada por la Junta tras estallar el escándalo judicial, ha descrito hoy una situación de «anarquía» en los expedientes de las mismas, con «muchas anomalías» y un «procedimiento anormal». Sevilla (España), lunes 18 de junio de 2018. Fotografía: SEVILLA (ESPAÑA), 18.06.2018. La auditora de la Cámara de Cuentas, Nuria Mendoz, en la sala de la Audiencia de Sevilla, donde ha declarado como testigo en el juicio de la pieza política del caso ERE contra 22 ex altos cargos de la Junta, acusados de prevaricación y malversación por el procedimiento específico para repartir ayudas sociolaborales Efe.

Mendoza ha declarado hoy como testigo en la pieza política del caso ERE contra 22 ex altos cargos de la Junta -entre ellos los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán- acusados de prevaricación y malversación por crear o mantener un «procedimiento específico» con el que durante una década el Gobierno andaluz repartió 850 millones en ayudas sociolaborales y a empresas en crisis de forma arbitraria y eludiendo los controles, según la Fiscalía.

Tras saltar el caso, el Consejo de Gobierno encargó en 2011 a la Cámara de Cuentas una revisión de las ayudas otorgadas por la Dirección General de Trabajo desde 2001 y 2011 y, según Mendoza, analizaron una muestra de 102 expedientes remitidos por la Consejería de Empleo en los que sólo en seis había solicitud, en 46 había algún tipo de protocolo o acuerdo para la concesión y en 40 no existía ninguna documentación.

Mendoza ha explicado que analizaron las ayudas como subvenciones excepcionales ya que no había norma reguladora, aunque ha considerado que «tenían que haber sido objeto de una regulación específica», pues durante diez años se dieron «ayudas reiteradas y permanentes con la misma fórmula», sin que se apreciara la «urgencia» que las justificara.

Analizadas como ayudas excepcionales «pedimos lo mínimo», que hubiese solicitud, memoria justificativa y seguimiento de que se emplearon para el fin para el que se dieron, si bien «no respondían absolutamente a ningún criterio» y el procedimiento era «tan anormal que era todo confuso».