Agencias – Los presidentes de comunidades autónomas del Reino de España (CC.AA.) asistentes a la Conferencia de Presidentes han celebrado la reunión haya servido para dar el pistoletazo de salida al debate sobre un cambio en el modelo de financiación autonómica. Así lo han declarado los presidentes al salir del encuentro celebrado este martes 17 de enero de 2017 en Madrid, en la que no han acudido ni el presidente autonómico de Cataluña, Carles Puigdemont, ni el presidente autónoma del País Vasco, Íñigo Urkullu. De las declaraciones de los presidentes asistentes se desprende que todavía hay muchas diferencias, pero tienen voluntad de acordar la reformulación del sistema de financiación y ponen la mirada en una posible armonización fiscal y en la cuantificación del gasto social en cada territorio. Madrid (España), miércoles 18 de enero de 2017. Fotografía: Madrid, martes 17 de enero de 2017. VI Conferencia de Presidentes Autonómicos. Rajoy y los presidentes autonómicos acuerdan aprobar el nuevo sistema de financiación este 2017. El rey Felipe VI en la fotografía de familia de los asistentes a la VI Conferencia de Presidentes, que reúne al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, con los máximos responsables autonómicos, en una cita que no se convocaba desde 2012 y que se espera concluya con la firma de diez acuerdos entre el Estado y las comunidades autónomas de España. Efe.
Las propuestas de cada Comunidad Autónoma no permiten, por el momento, esbozar como podría ser el nuevo modelo de financiación.
Las diferencias y las reclamaciones de cada presidente mostraron coincidencias pero también notables diferencias.
Donde sí han sido del todo de acuerdo a los asistentes a la Conferencia es en congratularse porque después de año de pedirlo, ahora se abre el melón de la financiación autonómica, con la creación del grupo de expertos que debería diseñar el nuevo sistema.
Algunas de las intervenciones posteriores al encuentro, justamente, en esta línea, y han marcado el debate también dentro de la reunión.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, explicó que «sin querer señalar a nadie», cree que hay comunidades, como la de Madrid, que se permiten bajar impuestos y «acusan otros de pagar sus sirve públicos».
Es por ello que ha pedido una «armonización fiscal» para evitar «paraísos fiscales dentro de un mismo país».
Además, pidió «conocer en qué situación está cada comunidad, los tramos de impuestos, la media, y analizar para que cada uno está en un lugar u otro».
Una alta idea similar ha puesto sobre la mesa el presidente de Asturias, Javier Fernández, que ha planteado analizar «el coste de la prestación de los servicios públicos» en cada territorio para saber cuánto dinero necesita cada comunidad para poder ofrecer en igualdad de condiciones.
«Independientemente de si los impuestos son más altos o no, los costes de prestación de servicios son más altos en unos lugares que en otros», dijo.
Desde la comunidad autónoma de Valencia, el presidente de la Generalidad de Valencia, Ximo Puig, se ha congratulado de que desde esta Conferencia de Presidentes se establecen «mecanismos federales que se adecuan a la realidad del país».
Además, el valenciano ha celebrado que 2017 «sea el año del cambio de modelo de financiación, que debe garantizar la suficiencia financiera y dar cobertura a la equidad y al conjunto competencial que hay transferida.
Y es que para Puig, «o se cambia el modelo de financiación o el estado autonómico no es viable».
Asimismo, él plantea que las comunidades como su «necesita los recursos» que le permiten el aumento de algunos impuestos y ha puesto sobre la mesa también la posibilidad de que el Estado asuma parte de la deuda de las autonomías derivado de los préstamos del FLA.
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Paje, avisó del peligro de «hacer un nuevo modelo de financiación sólo con la perspectiva del gasto».
«Ha quedado muy claro que cuando hacemos el modelo de financiación debe figurar que vale cada servicio público en cada territorio, y al mismo tiempo, que figure también el trato fiscal que le da cada gobierno a los ciudadanos», ha remachad García-Page.
Des de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha celebrado que se dé «el disparo de salida al debate» y pidió incluir en las reformas que los trabajadores públicos puedan cambiar de autonomía sin ningún impedimento.
En el extremo más contrario a la armonización fiscal que ha planteado Andalucía se situó Madrid.
Cristina Cifuentes ha reclamado un sistema de financiación «más sencillo, más claro, sin mecanismos tan de doble o triple vuelta para hacer lo que hay en cada comunidad y sobre todo consensuado con todos y no de forma bilateral como se hizo con el anterior, con Zapatero y el tripartito catalán».
En este sentido, ha cargado contra la propuesta andaluza defendiendo que Madrid pueda bajar impuestos, atraer empresas, ciudadanos o grandes fortunas.
«Planteamos un sistema basado en la solidaridad, y garantizando la prestación de los servicios a todas las comunidades. A partir de aquí, quien gestiona bien o tiene más capacidad, debe poder incentivar», dijo.
Desde las Islas Baleares —una de las autonomías más criticadas por su política fiscal según algunas fuentes de la reunión— la presidenta, Francina Armengol, ha dicho que ella «está en contra del ‘dumpping fiscal’ y que cada comunidad utilice los impuestos para atraer a más gente o empresas».
Pero aún así, remarcó que está contra la armonización para que su gobierno pide «más capacidad de competencia sobre los impuestos, porque los impuestos son un mecanismo de redistribución de la riqueza».
«Sobre nuestros impuestos tenemos que decidir nosotros, nosotros defendemos el federalismo fiscal. No tiene lógica pedir más capacidad y que no podamos decidir qué subimos y qué no», sentenció.
Criticas al presidente separatista de Cataluña Carles Puigdemont por plantar a los asistentes a la Conferencia de Presidentes de CC.AA.
La ausencia de los presidentes Carles Puigdemont (Cataluña) y Iñigo Urkullu (país Vasco) ha provocado las críticas de algunos de los presidentes autonómicos, aunque el mensaje más generalizado ha sido el de «lamentar» la decisión del catalán y del vasco sin entrar a valorar más la situación ni los motivos.
Desde Andalucía, por ejemplo, la presidenta d Andalucía, Susana Díaz cree que ha sido «una oportunidad perdida» para Cataluña y País Vasco.
«Estos espacios sirven para el debate y el diálogo. Y siempre no estamos de acuerdo y tenemos discrepancias, pero estar en un foro de debate es bueno para todos. Me hubiera gustado que estuvieran todos. Y espero que sea así en el futuro», dijo.
Un mensaje similar ha tenido el presidente de la. Ximo Puig consideró «deseable y positiva la participación» de todos los territorios «cada uno con la mirada que tenga» sobre el Estado.
Además, lamentó especialmente la ausencia de Puigdemont porque valencianos y catalanes «tienen muchas correlaciones, culturales, económicas y comerciales».
Desde Madrid, Cristina Cifuentes ha «lamentar que no hayan venido dos de los presidentes» y consideró que «ha sido una oportunidad desaprovechada «por parte de Cataluña y el País Vasco.
Por último, una de las voces que ha salido en defensa del presidente catalán y del País Vasco ha sido la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, que se ha negado a valorar negativamente su ausencia.
«De ninguna manera me atrevería nunca criticar las decisiones que legítimamente han tomado dos presidentes en sus funciones», argumentó.
«No comparto los que hablan de error. Si acaso, el error puede estar en las actitudes que nos han llevado hasta aquí», dijo.
