«Tenemos que hablar»

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FOTOGRAFÍA. CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (MADRID) ESPAÑA, CONSTITUCIÓN DEL CONGRESO DE LA XIII LEGISLATURA. en la imagen, el presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez Pérez-Castejón (i), saluda al máximo preso del Procés, enemigo de la democracia española y de España, quien ha salido de prisión preventiva con un permiso extraordinario del Tribunal del Procés para recoger su acto de diputado en el Congreso de los Diputados, Oriol Junqueras Vies (ERC). Según reglamento del Congreso, el delincuente será expulsado del Congreso tras su constitución al ser procesado por la Justicia. Efe

Madrid (España), miércoles 11 de octubre de 2023 (Efe).- «Tenemos que hablar». Esas fueron las palabras con las que el líder de ERC, Oriol Junqueras, emplazó hace algo más de cuatro años al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a tener próximamente una conversación. Y esa conversación, al menos la primera hecha pública, ha llegado este miércoles.

Muchos avatares ha vivido la política desde aquel 21 de mayo de 2019, cuando en plena sesión constitutiva de un Congreso de corta vida porque la falta de un acuerdo para la investidura llevó a la repetición electoral, el hemiciclo fue el escenario de un breve diálogo entre ambos dirigentes.

No ha cambiado la condición de Sánchez, que al igual que ahora aspiraba a reeditar mandato, pero sí la de Junqueras, quien en aquella ocasión y al haber sido elegido diputado pudo trasladarse al edificio de la Carrera de San Jerónimo pese a encontrarse en prisión preventiva junto con otros líderes independentistas por su protagonismo en el procés.

Meses más tarde hubo condena en firme por parte del Tribunal Supremo: trece años de cárcel. Después, indulto, derogación del delito de sedición, rebaja de las penas para la malversación..

Hacia la normalidad

Todo, según el Gobierno, para recuperar la normalidad institucional, la convivencia y el diálogo, un camino que abre ahora las puertas a la amnistía en medio de las negociaciones para reeditar un Ejecutivo de coalición.

ERC se presenta como imprescindible para ello. También Junts, y Sánchez ha querido evidenciar en este momento la recuperación a todos los efectos de los contactos a máximo nivel con Esquerra haciendo pública esa conversación poco antes de reunirse con el portavoz de esta formación en el Congreso, Gabriel Rufián.

Tras ese movimiento queda la duda de si actuará de la misma forma con Carles Puigdemont y, si al igual que ha hecho con Junqueras, estará dispuesto a mantener con él una charla telefónica y hacerla pública antes de verse el viernes con la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.

No ha despejado la incógnita el portavoz socialista, Patxi López, ya que se ha limitado a decir que por ahora no le consta.

Medir los pasos

De hacerse realidad esa llamada publicitada, supondría un paso más en la rehabilitación política del expresident después de que hasta Bruselas se desplazase Yolanda Díaz y las cámaras fueran testigos de su intento de que apoye la investidura de Sánchez.

El candidato es consciente de que debe medir sus pasos sin dañar los egos de dos fuerzas que luchan por la hegemonía del mundo independentista catalán y con las que quiere normalizar la relación.

A eso es a lo que ha contribuido la conversación con Junqueras, según Moncloa, un análisis con el que coincide el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

La charla no ha cerrado ningún acuerdo pero allana el camino para conseguirlo pese a que Rufián, abanderando el lema de que «los votos de ERC se sudan», ha dado alas a la posibilidad de que sea al límite.

Por eso sigue sin aventurarse desde la parte socialista una fecha para la investidura. Invitan a no hacer cábalas y a esperar a lo que importa con un lema que Sánchez lanzó usando una frase perogrullesca muy utilizada en las negociaciones de Bruselas: «No habrá acuerdo hasta que todo esté acordado».

Desearían que no sólo se garantizaran los votos necesarios para la investidura sino también, como ha pedido Sánchez en su charla con Junqueras, para dar estabilidad al nuevo periodo que espera que se abra.

Sólo investidura

Es decir, tener la garantía de que se van a aprobar medidas como el proyecto de ley de presupuestos.

Una aspiración que ha descartado Rufián al asegurar que sólo negocian la investidura y que quien piense que se puede cerrar ahora un acuerdo de legislatura, no conoce a ERC.

De ello habrán hablado el líder de este partido y el candidato socialista, y de amnistía, de referéndum, de hasta donde puede ceder cada uno en la negociación.

Tiene bastantes posibilidades de acertar quien piense que ha habido anteriormente otras conversaciones no conocidas entre ambos interlocutores, pero haber hecho pública la de esta jornada ha servido para avanzar en una estudiada hoja de ruta.

Después de la charla, en ERC ya ven con buenos ojos una foto futura conjunta de ambos.

En ella seguro que Sánchez y Junqueras serían algo más efusivos que en aquel encuentro fugaz de hace cuatro años en medio del hemiciclo y cuando el líder de Esquerra se excusó por no saludar como debiera: «No te doy la mano para no comprometerte».