Redacción.- Madrid (España), lunes 24 de julio de 2023. Un análisis detallado de los resultados electorales en diversas provincias confirma lo que VOX vino anunciando toda la campaña: que las llamadas al voto útil eran dardos envenenados para la suma de PP y VOX.
Muchos españoles, siguiendo lo que les decían los medios y las casas encuestadoras día tras día, confiando en que sus periodistas de cabecera querían lo mejor para España, cambiaron su voto y apoyaron al Partido Popular con la esperanza de que eso permitiera expulsar a Sánchez.
Sin embargo, lejos de ser así, en numerosas provincias el llamado voto útil ha terminado perjudicando esa eventual suma y ha regalado valiosísimos escaños a la izquierda, hasta el punto de que hoy podríamos estar celebrando una mayoría absoluta que desalojara a la izquierda.
En muchas provincias se han perdido miles y miles de votos del Partido Popular que no se han convertido en escaños y que, sin embargo, habrían permitido que VOX arrancara diputados a la izquierda o al separatismo. Diputados que se han revelado absolutamente claves.
El caso más claro es el de la provincia de Albacete, donde a VOX le han faltado tan solo 1200 votos para ganar el último escaño, que se disputaba con el PSOE, tal y como VOX advirtió en los compases finales de la campaña. Mientras esto sucedía al PP le han sobrado 12.000 votos que no han servido para conseguir ningún escaño más. Si había algún voto digno de ser llamado útil en Albacete para ganar a la izquierda, ese era el voto a VOX. Si el 0,5% de los electores totales se hubiera pasado del PP a VOX, el bloque de izquierdas tendría un diputado menos y la suma PP-VOX uno más.
Algo similar ha ocurrido en Sevilla, donde VOX ha tenido un escaño y ha perdido por 7.000 votos el segundo con Sumar. Mientras, al PP le han sobrado más de 55.000 que no se han traducido en nuevos escaños. Si el 0,65% de los electores totales se hubiera pasado del PP a VOX, el bloque de izquierdas tendría un diputado menos y la suma PP-VOX uno más.
En Tarragona VOX ha rozado su primer diputado, algo que todos consideraban imposible. A VOX le han faltado 2.500 votos para arrebatar el escaño a Junts, mientras al PP le sobraban 9.500 votos que no han servido para nada. Si el 0,65% de los electores totales se hubiera pasado del PP a VOX, el separatismo tendría un diputado menos y la suma PP-VOX uno más.
En Burgos a VOX le han faltado menos de 9.000 votos para conseguir su primer escaño y arrebatárselo al PSOE. Mientras, al PP le han sobrado 13.000. Si el 4% de los electores totales se hubiera pasado del PP a VOX, el bloque de izquierdas tendría un diputado menos y la suma PP-VOX uno más.
En Baleares, VOX no ha podido conseguir el segundo escaño, que sí tuvo el 10N. Han sido 25.000 votos de diferencia con el último escaño del PSOE, mientras al PP le han sobrado casi 30.000. Si el 5% de los electores totales se hubiera pasado del PP a VOX, el bloque de izquierdas tendría un diputado menos y la suma PP-VOX uno más.
Si analizamos la bajada porcentual de VOX encontramos que por cada punto de voto perdido, se pierden 7,3 escaños. Mientras, la subida del PP refleja una subida de tan solo 3,8 diputados por cada punto porcentual de aumento. Haciendo el mismo cálculo con el número de votos, observamos que por cada 100.00 votos perdidos por VOX se pierden 3 diputados, mientras que el PP aumenta 1,5 diputados por cada 100.000 votos ganados. Claramente, el bloque PP-VOX se ha visto perjudicado por la transferencia de voto del VOX al PP.
¿Si no ha servido para arrebatar escaños a la izquierda, para qué ha funcionado el llamado voto útil? Exclusivamente para que el PP robe escaños a VOX pero la suma de ambos no sea mayor en cada circunscripción que la de 2019.
Por ejemplo, en Cáceres en 2019 PP y VOX sumaban dos escaños y ahora el PP tiene dos y VOX ninguno, pero no se ha conseguido arañar ni un solo diputado a la izquierda.
Este ejemplo se repite en numerosas provincias: Cádiz, Almería, Ceuta, Madrid, Murcia, Sevilla, Toledo, Ávila, Segovia, Zamora, León, Zamora, Alicante, Valencia y Salamanca.
La suma de PP-VOX solo ha conseguido mejorar los resultados de 2019 de PP-VOX-C’s en número de diputados en 17 provincias. La pregunta es ¿hay alguna de estas en la que la transferencia de votos de VOX al PP se haya traducido en más escaños para el bloque?
La respuesta es que solamente en tres provincias (Málaga, Granada y Asturias) se perdería un escaño si VOX hubiera retenido los votos perdidos. En ninguna de ellas, además, pierde VOX representación. En las 14 restantes (Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Álava, Jaén, Huelva, Teruel, Cuenca, Lugo, Orense, Coruña, Las Palmas, Castellón y Huesca), las transferencias de voto no han tenido ninguna influencia en el aumento.
Conclusiones
A falta del recuento del voto cera la suma de PP-VOX-UPN-CC es 171. Si a esos 171 le sumamos los escaños ya mencionados de Albacete, Sevilla, Baleares, Burgos y Tarragona tenemos los 176 escaños que se necesitaban. Es decir, no ha habido un problema de falta de voto, sino de mala optimización de los votos destinados al bloque PP-VOX.
La campaña del voto útil en favor del PP solo ha servido para aumentar en tres diputados la cosecha de este bloque. Sin embargo, si esta misma campaña hubiera señalado la utilidad del voto a VOX se podría haber aumentado en cinco más, justo los que faltaban para llegar a la cifra de 176.
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