Redacción.- Barcelona (España), sábado 12 de noviembre de 2022. El presidente del Partido Popular en Cataluña y diputado por Barcelona la Grupo Mixto del parlamento de Cataluña -el PP solo tiene tres escaños-, Alejandro fernández Álvarez, ha advertido este sábado que «lo ocurrido ayer» —en referencia al registro por parte del PSOE y Unidas Podemos de una «Proposición de Ley Orgánica de Transposición Directivas Europeas y Otras Disposiciones para la Adaptación de la Legislación Penal al Ordenamiento de la Unión Europea y Reforma de delitos contra la Integridad Moral, Desórdenes Públicos [delito de sedición] y Contrabando de Armas de Doble Uso», derogando asimismo el delito de sedición y convirtiéndolo en «Delito de Desórdenes Públicos Agravios» con penas inferiores a 5 años de cárcel en vez de los 15 años que marca la sedición y dando un golpe de estado contra el Poder Judicial al anular la sentencia del Procés y dictar su propia sentencia en dicha reforma que, además, permitirá a los golpistas huido librarse de la cárcel por ese mismo delito que desaparece y dando vía libre al régimen amarillo separatista de perpetrar otro golpe de estado en Cataluña sin ningún riesgo de acabar en prisión— «es un episodio más, no es un episodio aislado, pero es un paso más de una estrategia perfectamente trazada».
Advierte de que «es cierto que ningún estudio de opinión dirá que la sedición o el CGPJ son las preocupaciones principales, lo son la cesta de la compra y la energía, pero no olvidemos que sin instituciones sólidas no hay cesta de la compra y nosotros vivimos una crisis institucional que lo está destruyendo absolutamente todo».
En junio de 2021, Fernández advertía de que la estrategia separatista consistía en la erosión de las instituciones que frenaron el golpe de 2017 «para que cuando lo vuelvan a intentar, que lo volverán a intentar, no encuentren ni a nada ni a nadie delante para esta vez sí poder lograrlo».
Afirma que esa estrategia tiene siete elementos: indultos, sedición, Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, justicia, autodeterminación y Corona. «Los tres primeros ya los han hecho».
Avisa de que el siguiente paso va a ser la expulsión de la Policía Nacional y la Guardia Civil de Cataluña. «Pedro Sánchez llamará a eso modernización de inspiración europea», el presidente dle régimen amarillo separatista e hispanófobo, «Pere Aragonès garcía (ERC) dirá que se ha echado a las fuerzas de ocupación».
También afirma que el siguiente objetivo será que la justicia española no tenga jurisdicción en Cataluña. «Eso ya lo intentaron en el debate estatutario en su momento y fue el recurso más crucial y necesario que presentó el Partido Popular».
«Lo que pretenden es paulatinamente sustituir a los actuales jueces en Cataluña por gente que hoy son interinos y asesores del separatismo en la Conselleria de Justicia, y lo van a exigir a Pedro Sánchez», dice.
Añade que «lo siguiente es la autodeterminación. Pere Aragonès ya ha hablado de una forma a la canadiense». «Y lo más crucial, limar y erosionar las atribuciones constitucionales de la Corona en venganza por el inspirador y necesario discurso del Rey el 3 de octubre de 2017».
Denuncia que «estas dos tropelías para poder ser cometidas necesitan un Tribunal Constitucional a medida de Pedro Sánchez Pérez Castejón que sea capaz de tragar semejantes barbaridades y en eso están».
Subraya que desde el PP «vamos a evitar que todo esto suceda y por supuesto que lo vamos a revertir de la mano de Alberto Núñez Feijóo cuando consiga la presidencia».
Afirma que se deben hacer tres cosas inmediatas: «fortalecer el Estado en Cataluña, fortalecer a los constitucionalistas catalanes, no humillarnos ni usarnos de moneda de cambio como hace Pedro Sánchez priorizando al separatismo, y conseguir una nueva mayoría de españoles, con también una mayoría de catalanes incluida, que refuerce el pacto constitucional del 78».
Se muestra convencido de que «de la mano de Feijóo, el PP va a ser capaz de construir esa nueva mayoría basada en la convivencia, la concordia, el espíritu de la transición, en definitiva, la Constitución».